Caballow-Sos
Bienvenido al Foro de Caballow Sos Donde encontraras todo para pasarlo bien y ayudarte en el juego de Caballow. Registrate ahora!
Caballow-Sos
Bienvenido al Foro de Caballow Sos Donde encontraras todo para pasarlo bien y ayudarte en el juego de Caballow. Registrate ahora!
Caballow-Sos
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.



 
ÍndicePortalBuscarÚltimas imágenesRegistrarseConectarse

Comparte | 
 

 Capítulo primero: "El sueño"

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Ir abajo 

¿Qué te parece este primer capítulo?
¡¡Está muy bien!! sigue con los capítulos.
Capítulo primero: "El sueño" Vote_lcap75%Capítulo primero: "El sueño" Vote_rcap
 75% [ 3 ]
Me gusta.
Capítulo primero: "El sueño" Vote_lcap0%Capítulo primero: "El sueño" Vote_rcap
 0% [ 0 ]
Podría mejorar[POR FAVOR COMENTEN TODAS LAS CRÍTICAS QUE QUIERAN]
Capítulo primero: "El sueño" Vote_lcap25%Capítulo primero: "El sueño" Vote_rcap
 25% [ 1 ]
No me gusta.
Capítulo primero: "El sueño" Vote_lcap0%Capítulo primero: "El sueño" Vote_rcap
 0% [ 0 ]
¡¡Es malísimo!!
Capítulo primero: "El sueño" Vote_lcap0%Capítulo primero: "El sueño" Vote_rcap
 0% [ 0 ]
Votos Totales : 4
 

AutorMensaje
nanito
Unicornio Legendario
Unicornio Legendario
nanito

Cantidad de envíos : 1534
Apodo Caballow : virginia
Fecha de inscripción : 29/08/2009

Capítulo primero: "El sueño" _
MensajeTema: Capítulo primero: "El sueño"   Capítulo primero: "El sueño" Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 3:11 am

Este es un proyecto mío, un intento de cear una especie de "novela" pero, claro que muy poco extensa xD
Ese no es el título, en realidad, lo sigo pensando :/ aún no sé como puede llamarse, pero voy a ir publicando los capítulos, al menos hasta donde llegué xD
En fin, espero que les guste, ¡comenten mucho!





Capítulo primero: "El Sueño"




Ya tenía todo empacado para irme y me marchaba por la mañana.

En mis dieciséis años de vida, esa noche fue la más larga de todas, aquella se me hizo brutalmente larga, y no quería dormir, pero el cansancio me ganó y me recosté en mi cama, esperando ansiosa por la mañana.



Una luz cegadora colmó mis ojos y me obligó a despertar, me levanté de un salto de mi cama, con el sol alumbrando toda mi habitación y me di cuenta de que había olvidado por completo poner el reloj despertador. Para mi suerte sólo me levanté diez minutos tarde. Suspiré aliviada. Fui al baño para ducharme, lavarme los dientes y cepillar mi alborotado cabello castaño. Busqué sobre mi cama la ropa que dejé la noche anterior: unos jeans oscuros, una camisa blanca y las botas negras, y salí a toda velocidad de mi cuarto con maleta en mano y una mochila con lo esencial para las excursiones. Tropecé y rodé un pequeño tramo escaleras abajo lo cual le anunció a mi madre que ya estaba despierta y lista.

- ¡Katy! –exclamó ella- Katy, cariño ¿estás bien? –se arrodillo junto a mí y buscó alguna herida, su cabello negro ondulado me hizo cosquillas en la cara.

- Estoy bien Alma, no te preocupes.

- Que forma la tuya de comenzar el día –dijo mientras suspiraba- y ya te he dicho que me llames mamá, por favor –demandó y se marchó a la cocina.

Por mi parte, me fui hasta la puerta de salida con la intención de esperar a mi hermano afuera.

Mamá me llamó a desayunar antes de que yo pudiera cruzarla.

- ¿A dónde crees que vas, jovencita? -me preguntó, despreocupada, sin siquiera mirarme- ni pienses que te voy a dejar ir tan fácil, menos con el estómago vacío -se dio media vuelta, enseñándome su cautivadora mirada, con aquellos ojos suyos, de color negro cómo la noche, mientras señalaba con la mano mi desayuno sobre la mesa redonda de la cocina.

- Supongo que no podré ir a ningún lado mientras me mires así -contesté sentándome en la silla y comiendo todo lo que habían en el plato. Ella sólo rió y se sentó en junto a mí.

- Katy –empezó y yo suspiré- hija, estás tan grande… -ella fue la que suspiró esta vez- voy a extrañarte mucho, ¿segura que no prefieres quedarte? –por alguna extraña razón ella parecía no sentir el menor cariño hacia su hijo mayor, claro que él ya era un adulto, con veintiocho años y todo lo que eso implicaba.

- Al… Mamá, sabes lo mucho que me gusta pasar las vacaciones en el campo de Alex -contesté sonriendo, sabiendo que jamás lograría que me quedara- además nunca estoy con mi hermano… es bueno pasar un tiempo con él –le contesté y ella respondió con su típica risita.

- Si, lo sé. No sé por qué trato de convencerte... ¡tú no me quieres! -gritó con una mala dramatización, abrazándome.

- Exacto –bromeé- no te quiero, te amo –sonrió satisfecha.

Fue cuando alguien llamó a la puerta y me paré de un salto.

- Y yo a ti Katherine -contestó sonriente, mientras me acompañaba a la puerta y saludaba a mi hermano. Yo lo abracé, casi tirándolo al suelo. Mi madre nos despidió con la mano hasta que el auto en el que íbamos estuvo ya muy lejos.

Durante todo el viaje charlamos con Alex sobre mi año escolar y mis progresos con Soñador o como me gustaba decirle, Soni, mi caballo. Le comenté lo mucho que lo notaba cambiado: estaba más alto, ya me llevaba más de una cabeza, se había teñido el pelo de rubio, aunque ya lo tenía muy claro. Lo único que seguía igual, para mi alivio, eran aquellos ojos tan expresivos, de color malva, realmente hermosos. Luego conversamos sobre su vida y sus múltiples problemas con los turistas, lo cual resultaban entretenidas anécdotas para todo el camino, e hizo que el viaje me resultara muy corto, creo que demasiado para mi gusto, aunque supongo que sólo temía que la cuidad estuviese cada vez más cerca de mi "refugio".

No podía estar más feliz de regresar a aquel precioso lugar. El paisaje era único: las montañas de fondo, el cielo siempre despejado con el sol brillante aunque la temperatura era agradable y el aire siempre limpio al igual que el pequeño arroyo, la casa de la estancia era grande, de aspecto simple y hermosa… todo era perfecto. Fuimos a almorzar, aunque era algo tarde, el tío Bryan nos esperaba en el comedor, lo que me puso más feliz. Me recibió con un gran abrazo y muchas palabras a las que, sinceramente, no presté atención. Él también estaba un poco cambiado, aunque seguía casi de mi altura había crecido un poco más, su pelo negro estaba más largo y enredado y sus ojos verdes resaltaban en su rostro. Ese día era su cumpleaños, treinta años, por lo que tuvimos una buena cena y un rico pastel.

Cuándo el sol comenzó a esconderse en el horizonte, Alex dejó de hacer cuentas, Bryan la limpieza del lugar, -que era un completo desorden- y me acompañaron a un paseo nocturno. Primero fuimos a los establos, ellos fueron por Nochera, una yegua de color negro azabache y Alba, su hija de igual pelaje. Las ensillaron y las llevaron fuera para montar, mientras que yo fui con Soñador, le puse una cabezada y lo saqué fuera del box para colocarle una manta, ya que la noche era fría y no iba a llevar silla. Lo llevé afuera también, donde estaban mi hermano y mi tío. El pelaje negro de mi potro brillaba bajo la tenue luz de la luna llena.

Bryan abrió la tranquera que salía al sendero de la estancia, y una vez que pasamos del otro lado jugamos una carrera hasta donde este camino cruzaba el arroyo, y desde aquel punto fuimos a un paso tranquilo hasta un pequeño bosque, que ciertamente daba un aspecto un poco pavoroso de noche. A pesar de que nunca había gente merodeando por allí, los animales salvajes no aparecían… Traté de no pensar mucho en ello, de todas formas siempre fuimos a pasear de día y noche a ese lugar y nunca encontramos nada peligroso o extraño.

Cabalgamos por un camino mal señalizado, pero bastante seguro, hasta un extenso claro donde se ubicaba una laguna limpia y clara, alumbrada por la hermosa luz de la luna.

Dejamos a los caballos beber agua mientras nosotros nos dedicamos a recostarnos en la hierba húmeda a contemplar el maravilloso cielo estrellado, algo que me hacía olvidar de todos los problemas y responsabilidades, que me hacía sentir bien, pero al mismo tiempo insignificante. Cerré los ojos un largo rato.

Caminamos por allí un pequeño tramo. Cerca del lago encontré una especie de papel, muy viejo pero brillante, aparentemente escrito de forma reciente ya que la tinta estaba fresca, en él había algo casi ilegible: “te encontré”.

Se hizo media noche rápidamente, así que partimos de regreso a la estancia. No hubo novedades en el camino, y no comenté nada acerca de esa nota.

Dejamos a los caballos desensillados y cepillados en sus respectivos boxes, apagamos las luces y fuimos a la casa. Había desempacado todo apenas llegué así que mi habitación ya estaba ordenada y acomodada para mí. Me despedí de Alex y Bryan, me bañé, lavé los dientes y me fui a la cama... estaba agotada, pero realmente contenta. Apagué la luz y me quedé un rato leyendo mis e-mails en la laptop de mi hermano. No tardé más de quince minutos y apagué todo. Me quedé con el papel en la mano, leyéndolo una y otra vez, algo en él me resultaba extraño, sentía evidentemente que estaba dirigido hacia mí. Tardé uno rato en convencerme de que era ridículo pensar aquello y al fin me quedé dormida.

Esa fue la noche en la que comenzaron los sueños.

Aunque una parte de mí sabía que era no era real, otra parte, al parecer más fuerte, me convencía de que si lo era... y se veía realmente de esa forma: estaba en medio del bosque, el mismo que había recorrido hace unas pocas horas, junto a Soni. Andaba por un lugar en el que nunca había estado jamás y era más oscuro que la noche misma, un lugar donde mi hermano nunca me había dejado ir. Salí de entre las malezas a un gran claro rodeado de árboles enormes y espesos, lleno de flores de todos los colores. Entonces me dirigí al medio del hermoso prado y me senté, observando maravillada a mí alrededor.

- ¿¡Kate!? –gritó una voz familiar, aunque nadie me llamaba Kate que yo recordara- ¡Kate! -gritó, esta vez más fuerte.

- ¿Quién es?, ¿quién está ahí? -pregunté sin obtener respuesta alguna.

- Kate -volvió a llamarme la voz- Kate, al fin llegaste -dijo, cada vez más cerca.

El miedo comenzó a invadirme y la sombra de una persona se asomó en un extremo de la pradera. Me quedé paralizada, sin poder mover un sólo músculo.

Fue cuando él se acercó despacio. No lograba ver su rostro a causa de la oscuridad, pero sus relucientes ojos, de color gris, resplandecían de manera imposible y hermosa, pero desaparecieron en cuanto los gritos de Alex sonaron para que despertara y bajara a desayunar.

Me senté en la cama, confundida, al menos creía que después de un día tan bello como el de ayer dormiría perfectamente, pero no fue así. Fui al baño a cepillarme los dientes, peinarme y cambiarme de ropas. No le di mucha importancia, pero definitivamente no sería fácil olvidar aquel sueño.
Volver arriba Ir abajo
AmazonaGirl
Potrillo Ingenuo
Potrillo Ingenuo
AmazonaGirl

Cantidad de envíos : 206
Apodo Caballow : AmazonaGirl
Fecha de inscripción : 08/08/2011

Capítulo primero: "El sueño" _
MensajeTema: Re: Capítulo primero: "El sueño"   Capítulo primero: "El sueño" Icon_minitimeLun Ago 08, 2011 6:06 am

Este es el que me habías mostrado, ¿verdad? me encanta nani.
Volver arriba Ir abajo
 

Capítulo primero: "El sueño"

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba 
Página 1 de 1.

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Caballow-Sos :: Rincones Personales :: De la M a la Z :: nanito-
Cambiar a: