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 Entre dos mundos-Capítulo 1

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AutorMensaje
Ileva
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Ileva

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Entre dos mundos-Capítulo 1 _
MensajeTema: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 12:07 pm

Cada vez que lo leo, me gusta menos, pero como me ponga a correjirlo no lo acabo xDD
Aun así, si lo leeis entero,(o no xD) Me gustaría que criticarais como posesos xDD


CAPÍTULO 1

Aspiré con fuerza, llenándome de todos los olores de aquel lugar, que no visitaría en mucho tiempo. A mis pies se extendía un inmenso mar de hierba, que se agitaba con el viento del oeste. Solo en raras ocasiones soplaba desde esa dirección. Sonreí. Solo había venido desde allí en cinco ocasiones en los últimos veinticinco años, y solo en aquel valle escondido, oculto al mundo. La primera, el día en que nací. La segunda, y la tercera, cuando nacieron mis hermanas. La cuarta, el día en que descubrimos las Puertas.

Aun éramos unas niñas cuando las descubrimos. Teníamos catorce, trece y doce años, respectivamente. Estábamos jugando en los jardines de palacio cuando mi hermana desapareció de repente, y…esperad, se me olvidó un detalle importante. Mis hermanas y yo somos princesas. Pero, por favor, no penséis que somos las típicas princesas mimadas que esperan a su príncipe azul en una torre, o de las que tienen que operarse la nariz para salir a la calle. No, nosotras somos algo…distintas, digamos.

Mi hermana pequeña, por ejemplo. Hace por lo menos siete años que cruzó la Puerta, y todavía no ha vuelto. Supongo que se encuentra más cómoda en ese mundo, desde pequeña le gustaba inventar cosas nuevas y fantásticas. Por otro lado, mi otra hermana. Solo ha cruzado la Puerta una vez, y juró no volver a hacerlo. Ella prefiere quedarse aquí, viviendo en un sencillo torreón junto a sus tierras. Luego...estoy yo. Vivo en los dos mundos, y a la vez en ninguno. Cada año lo paso en un sitio distinto. Me gusta la sencillez de este mundo, pero también hay tantas cosas del otro que me fascinan…No sabría decidirme.

Sentí un suave repicar en el suelo y me volví. Lejos, la figura de un jinete atravesaba la pradera. Me quedé de espaldas al viento, poniendo la mano sobre los ojos para protegerlos del sol, y esperé. Cuando el caballo llegó, resoplando y con las patas empapadas de sudor me acerqué a ellos, y acaricié el hocico del semental. El jinete desmontó, ágil como un gato, con la cara oculta bajo una capucha granate oscura. Se descubrió, dejando que el sol hiciese brillar su pelo dorado, dejando a la vista una mirada franca y unas facciones hermosas. Me abrazó a modo de saludo.

-¿Segura que quieres irte?-Preguntó.
-Solo será un año, ya lo sabes. Y, si, quiero ir. Allí también tengo vida ¿sabes?
-Lo sé, pero por probar no perdía nada. Te echaremos de menos.
-Y yo a vosotros. Si pasa algo, ¿Me avisarás?
-¿No lo hago siempre?
-Sí, pero no me fío de ti.-Dije soltando una carcajada.
-Toma-Dijo él mientras me tendía una cajita cuadrada de madera, vieja, del color del vino.-Lo he estado guardando.
-Muchas gracias, Erik. Me hará falta allí.-Contesté agarrando la cajita. Levanté de nuevo la lirada hacia él, hacia sus ojos castaños.-Me voy ya. Mucha suerte.
-Hasta el año que viene, mi princesa.
-Por favor, no me…
-…llames así-Me interrumpió sonriendo.-Hasta el año que viene, Ileva.

Esbocé una sonrisa.

-Hasta el año que viene. Les dirás que me he ido, ¿verdad?
-No creo que les cueste mucho adivinarlo, pero si, se lo diré.

Asentí, triste, cerrando los ojos. Y allí estaba, como siempre que quería cruzarla. La Puerta estaba en nosotras, en nuestra mente. La abrí con un suave pensamiento y la crucé, mientras una cálida brisa me revolvía el pelo. Hubo un fogonazo de luz, y luego calma; supe que había llegado.

Cuando abrí los ojos de nuevo me encontraba en un pequeño jardín, que más parecía una selva, rodeado de una verja alta, negra. Al fondo, al final de un caminito de piedras casi engullido por las malas hierbas, se alzaba una casita de dos pisos, blanca y sencilla.

Avancé, las piedras crujiendo a mi paso, y cogí la cajita que Erik me había dado. Dentro había tres llaves, y un reloj de pulsera digital. Me puse el reloj en la mano izquierda y cogí una de las llaves, tomando una nota mental de que debía comprar un llavero sin falta. Cuando entré levanté una
gran polvareda, y esperé fuera hasta que el polvo volvió a posarse en el suelo y en los muebles. Un pasillo que recorría todo el ancho de la casa hasta las escaleras para subir al piso de arriba, y todas las puertas que salían de él, me dieron la bienvenida a casa. Después de cerrar la puerta con suavidad anduve entre el polvo hasta una de las puertas del final. Entré al salón y, de un fuerte tirón, abrí las cortinas de par en par, dejando que la luz del sol bañara los muebles. Tosí por culpa de una nube de motitas que saltaron desde las cortinas, y abrí las ventanas, permitiendo que el aire nuevo renovara el ambiente.

Mientras miraba la maraña de plantas que había fuera, me quedé pensativa. Esta era mi casa, y en el otro mundo tenía otra que también me gustaba, pero… ¿Realmente tenía un hogar? En momentos como ese me hubiera gustado tener una vida estable como las de mis hermanas, pero sabía que esa vida no era para mí, en verdad.

Me remangué bien las mangas de los brazos y me dispuse a dejar toda la casa limpia, y sin una sola mota de polvo.

------------------------

Froté con el cepillo la mancha que había al lado de mi cama, en el suelo. Cuando al fin logré quitarla me puse de pie, con las piernas medio dormidas y los brazos cansados. Me estiré con las manos en la espalda, desentumeciéndome. Fuera ya era de noche, seguramente ya pasada la media noche. Mi casa era relativamente pequeña, pero llevaba muchos meses sucia. Fui al pequeño baño que estaba junto a mi habitación, las dos únicas del piso superior.

Abrí el grifo de la ducha y, mientras se calentaba corrí al armario a buscar una toalla y un pijama limpio. Cuando volví, el baño estaba lleno de vapor. Dejé el pijama en una silla que había al lado de la pared, y la túnica, que aún llevaba puesta desde que llegué aquí, en el suelo, junto a la puerta. Me estremecí al contacto con el agua, para algunos demasiado caliente, pero para mí perfecta. Dejé que me corriera por la cara y el pelo, limpiando todo el polvo y suciedad acumulados. Hacía mucho tiempo que no me daba un baño en condiciones.

Cuando acabé me cubrí con la toalla, tiritando. Al ver el espejo, todo empañado, no pude resistirme y me puse a hacer dibujitos, como cuando era una cría. Satisfecha con mi obra de arte, me sequé el pelo con la toalla y me puse el pijama encima. La tela era suave, tampoco había de aquello al otro lado de mi Puerta. Estaba tan cansada que me metí a la cama sin comer nada, y en cuanto cerré los ojos el sueño se apoderó de mí.

Desperté bien entrada la mañana, cuando el sol me iluminó la cara. Me levanté aún medio dormida, dispuesta a rehacer mi vida desde el punto en que la dejé hace un año. Y el primer paso para eso era tomar un buen desayuno. Cogí una bolsa que había traído el día anterior y bajé a la cocina. Me senté en una pequeña mesa y examiné su contenido. Dentro había algunas tortas secas, un frasco de jugo de sallas, una baya a la que mi hermana era aficionada, que cultivaba en los alrededores de su torre, y un pequeño bote de…bueno, nunca llegué a saber que era, pero estaba delicioso. Sabía a una mezcla de frutas tropicales, fresas y naranja. Además, depende de la temperatura que tuviera podía comerse como una tarta crujiente, una especie de mermelada o un batido de frutas.

Me comí la mitad de las tortas, algunos sorbos del jugo y un poco de la "tarta". Guardé el resto en un armarito, encima del fregadero. Después subí a vestirme. Cuando abrí el armario estuve un buen rato intentando decidir que ponerme. Finalmente elegí una camisa de manga corta, blanca y amarilla, y unos pantalones vaqueros que me llegaban por la rodilla. El pelo me lo recogí en un moño desigual, dejando que bastantes mechones se soltaran y cayeran por encima de la goma de pelo, tapándola.

Bajé de nuevo al piso de abajo y cogí un poco de dinero que había dejado hace tiempo en una mesita que estaba al lado de la entrada, junto a la cajita y las llaves. Pensé en hacer una lista de lo que quería comprar, pero sería inútil, porque necesitaba prácticamente de todo.

Bajé los escalones del porche y salí al jardín. Había quitado casi todas las malas hierbas y arbustos, pero aún tenía mucho trabajo aquí. Dejé la valla negra abierta, sin cerrar con llave, y me dirigí al centro. No era una ciudad demasiado grande, ni un pueblo bastante pequeño, pero era lo suficiente para que nadie se diera cuenta de mis "inexplicables" ausencias. Apenas tenía amistades allí, y las pocas que tenía creían que viajaba demasiado.

Lo primero que hice fue ir a ver a mi hermana. Llamé a su piso, y ella me abrió la puerta. Se me quedó unos instantes mirando con la boca abierta, hasta que saltó hacia mí con los brazos abiertos, casi aplastándome con su abrazo de oso. Me empujó hacia dentro, ilusionada. Su casa era preciosa, bastante más que la mía. Las paredes estaban decoradas en tonos pastel, y los muebles eran todos blancos, beige o amarillo limón. Me hizo sentarme en un sofá, y ella se sentó a mi lado.

-¡Cuánto tiempo has estado allí esta vez!-Empezó.- ¿No te aburres de ese mundo bárbaro y salvaje?
-Ya sabes que me gusta, Enea. Yo…-Me interrumpí al ver su expresión.
-Aquí tengo otro nombre, Vainilla. Me gustaría que lo recordaras, al menos a veces.
-Está bien, lo siento… ¿Clara?-Ella asintió. Demasiados nombres, pensé.
-¿Y como estas? Te he echado mucho de menos, ¿sabes? Ah, y tengo que presentarte a mi novio, es…
-¿Tienes novio?
-Sí, y ya verás cómo te gusta. Es guapísimo, y tiene veintiséis años. Me lleva a un montón de sitios geniales.
-¿Veintiséis? Clara, tú tienes diecinueve.
-¿Y? ¿Tú no sabes que no hay barreras para el amor?

Me quedé callada. Era muy mayor casi hasta para mí; me sacaba cinco años. Pero hacía un año que no nos veíamos, y quería empezar con buen pie.

-Oye, querría pedirte un favor. ¿Me acompañas a hacer unas compras? Tú conoces las tiendas que hay por aquí…
-¡Claro que sí! Espera, que me cambio de ropa y te acompaño.

Se levantó y corrió a su habitación. Mientras, yo me levanté y me puse bien la camiseta, que se me había quedado un poco girada. Suspiré. Mi hermana siempre había sido muy entusiasta. Demasiado, quizá.

Unos minutos después salió de su cuarto vestida con una minifalda muy corta para mi gusto, una camiseta de tirantes rosa clara, un montón de pulseras en las muñecas y un brazalete dorado en el brazo.

-¿Vamos?-Preguntó con una alegre sonrisa.

Asentí en silencio y salimos del piso. Ya en la calle me tomó de la mano, como cuando éramos niñas.

-¿Qué es lo primero que quieres comprar?
-Algo de comida, creo. No sé, leche, huevos, sal, verduras…esas cosas.
-Entonces te llevaré a la tienda de la madre de una amiga mía. Tiene de todo.

Me arrastró por las calles hasta llegar a una pequeña tiendita, como las que solía haber en los pueblos pequeños, de esas que vendían de todo. Detrás de un mostrador lleno de cosas estaba una señora, de unos cuarenta años, que nos recibió con una alegre sonrisa.

-¿Es amiga tuya Clara?
-No, es mi hermana-Respondió ella.-Se llama Vainilla, y ha vuelto hace poco de un viaje que ha hecho.

La mujer me examinó durante unos instantes, como si estuviera recordando algo.

-Sí, ya me acuerdo-Empezó.-Te solía ver pasar por la calle con esta pequeñaja pegada a tus pies.

Mi hermana se sonrojó, mientras yo sonreía.

-Sí, pero como hace bastante tiempo que no vengo por aquí, me temo que ahora soy yo la que va detrás de ella.

La señora se rió, y mi hermana me guió por toda la tienda hasta que hubimos comprado toda la comida que necesitaba. Entre las dos llevábamos unas cinco o seis bolsas.

-¿Y ahora?
-Pues algo de jabón, papel higiénico, servilletas, un cepillo para el pelo y un llavero.
-¿Perdiste el que te regalé?
-Erik lo perdió. Dijo que se le había roto.
-¿Cómo lo dejaste en esas manazas? Bueno, no importa, compraremos otro.

Me llevó a un supermercado donde encontramos todas las demás cosas que necesitaba, y después emprendimos el regreso a casa, casi vencidas por el peso de las bolsas. Casi habíamos llegado cuando pasamos por una tiendecita de cosas pequeñas, y mi hermana se quedó delante del escaparate unos instantes. Después tiró de mí y me señaló un llavero de cristal con forma de "V".

-¡Es perfecto para ti! Ven, vamos a cogerlo.

Cuando entramos en la tiendecita el susurrar de las bolsas rompió el intenso silencio que reinaba allí. Un dependiente calvo de rizada barba blanca salió de la trastienda para recibirnos, y mi hermana no tardó en pedirle el llavero. El hombre nos lo trajo del escaparate y lo puso encima de la mesa. En el interior del cristal había unas finas líneas plateadas que recorrían toda la letra. Me quedé embobada mirándolo. Era precioso.

-…y la plata es de 30 quilates, de una gran calidad.
-Me lo llevo.-Soltó mi hermana.
-Es muy caro…-Empecé.
-Bah, tómatelo como un regalo de bienvenida, ¿sí?

El dependiente me lo tendió mientras mi hermana lo pagaba. Nada más salir de la tienda engarcé las llaves en él y las guardé en un bolsillo del pantalón.


Última edición por Ileva el Lun Ago 01, 2011 4:04 pm, editado 2 veces
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MensajeTema: Re: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 3:57 pm

Ile, me encanta esta...err...serie? xD y el único fallo que le veo (si es que se puede decir fallo) es que escribiste totas en lugar de tortas xP
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Ileva
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MensajeTema: Re: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 4:03 pm

O.o xD
Lol estoy mal xD
Gracias epi :3 Lo leiste entero??? Wow, eso es valor! xD
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MensajeTema: Re: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 4:06 pm

Leer de por sí ya me encanta, y leer algo tuyo aún más, así que ¿por qué no leerlo todo? xDD


P.D.: chatbox? :3
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Ileva
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MensajeTema: Re: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 4:13 pm

Voy xDD
:3 Porque es un tochazo enorme xDD
Nah, pero gracias,a un así Wink
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nanito
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MensajeTema: Re: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 9:57 pm

Wow... O.o incríble los buenos excritores que hay aquí por el amor de Dios! xD jajaja me encantó Ile!! :3 espero el siguiente capítulo :B jaja
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Ileva
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MensajeTema: Re: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitimeLun Ago 01, 2011 10:24 pm

Gracias!! Very Happy
Lol, ahora lo pongo xD
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MensajeTema: Re: Entre dos mundos-Capítulo 1   Entre dos mundos-Capítulo 1 Icon_minitime

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