Caballow-Sos
Bienvenido al Foro de Caballow Sos Donde encontraras todo para pasarlo bien y ayudarte en el juego de Caballow. Registrate ahora!
Caballow-Sos
Bienvenido al Foro de Caballow Sos Donde encontraras todo para pasarlo bien y ayudarte en el juego de Caballow. Registrate ahora!
Caballow-Sos
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.



 
ÍndicePortalBuscarÚltimas imágenesRegistrarseConectarse

Comparte | 
 

 Capítulo 4: "Al borde de la demencia"

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Ir abajo 
AutorMensaje
nanito
Unicornio Legendario
Unicornio Legendario
nanito

Cantidad de envíos : 1534
Apodo Caballow : virginia
Fecha de inscripción : 29/08/2009

Capítulo 4: "Al borde de la demencia" _
MensajeTema: Capítulo 4: "Al borde de la demencia"   Capítulo 4: "Al borde de la demencia" Icon_minitimeMar Ago 02, 2011 5:01 pm

Wi!! me emocioné! ok, este cap es aburrido(?) me lo dirán ustedes xD





Capítulo cuarto: "Al borde de la demencia"





Al llegar al bosque, me bajé. Caminamos hasta que se hizo de noche, a oscuras, entre la espesa vegetación, sin un rumbo fijo. Vagamos durante un buen rato, hasta que al fin me rendí al no encontrar aquel prado y decidí pegar la vuelta, pero luego de dar vueltas y no reconocer lo que me rodeaba me convencí de que estaba completamente perdida. Subí a mi caballo. No sabía por dónde ir, me desesperé y comencé a gritar con la esperanza de que alguien me escuchara. Estaba asustada, los ruidos que se escuchaban eran desconocidos para mí, la frondosa copa de los árboles no dejaba a la luz de la luna filtrarse por ningún lado.

Soni comenzó a relinchar con lamento y me tocaba el pié con el morro mientras se me caían algunas lágrimas y me aferraba a sus crines con fuerzas.

- Gracias bonito –dije desesperanzada- ya encontraremos la forma de volver –aunque no creí en mis palabras, el caballo comenzó a andar a paso activo y seguro, mientras yo solo lo dejé, confiando que sus instintos nos llevaran de regreso. Entonces escuché un sonido cercano, familiar y sonreí al reconocer el chapoteo de las aves en el agua de la laguna. Desde aquí sabía perfectamente el camino de vuelta.

- ¡¡¡Gracias Soni!!! Eres el mejor –lo abracé fuertemente al cuello y tomé alegre las riendas para seguir el camino de vuelta a la casa, al galope.

Al llegar Alex y Bryan estaban a punto de partir con Alba y Sibarita para ir a buscarme, frené a mi potro y me bajé de él. Mi hermano y mi tío bajaron de un salto y corrieron a mi encuentro.

- ¡Nos tenías muy preocupados! –dijo Bryan suspirando feliz- ¿a dónde demonios fuiste? –la voz de Alex era seria, incluso enfadada.

- Lo siento –respondí- sólo fui a dar un paseo por el bosque y me perdí un poco pero está todo bien, no se preocupen.

Parecieron aceptar mi ridícula excusa y fuimos adentro a cenar, luego yo me encerré en mi habitación y llamé a mamá, una vez que dejé a Soni en su box, ya que todos los caballos habían sido llevados a los establos por la hora.

- ¿Diga? –preguntó Alma con voz de recepcionista.

- Mamá, soy yo –le dije fingiendo algo de emoción.

- ¡Katy!, ¡llamaste! Gracias mi amor, ¿cómo va todo allá? Cuéntame que hiciste estos días –sonaba ansiosa.

- Pues no mucho má, lo de siempre y hoy le di a una familia una cabalgata guiada. Todo está perfectamente, extrañaba este lugar y a mis niños –refiriéndome a los caballos, le contesté alegre pero definitivamente cansada.

- Oh, eso es genial mi amor. Se te nota en la voz que has estado ocupada, yo también he estado de un lado a otro por el trabajo… mejor ve a descansar, que yo también lo haré, ¿de acuerdo? Y dime si quieres que te lleve tu teléfono.

- No, gracias. Te quiero má, te llamo en algunos días… espero que no te estés olvidando de cuidar a tu perrita –dije y reí- adiós.

- Claro, no te preocupes por Lizzie. Te amo hija, no tardes en llamar de nuevo, adiós.

Colgué y me metí en el baño para ducharme.

Llegada la media noche, apagué la laptop y me fui a dormir. El sueño comenzó de la misma forma que siempre, pero está vez me concentré más en estudiar el camino hasta el prado con la esperanza de lograr memorizarlo, aunque no me fue muy bien con eso.

Y una vez más allí estaba él, pero parecía diferente, tenía algo diferente en la mirada, en la expresión de su rostro, parecía feliz, pero disgustado a la vez.

Me acerque despacio hacia él, insegura, quedando a unos pocos metros.

- Jason, ¿qué ocurre? –pregunté fingiendo desinterés, pero lo que expresaban sus facciones me preocupaba, ya que no lograba leerle la mirada.

Una sonrisa que yo desconocía totalmente se dibujó en su rostro.

- Estuviste muy cerca Kate, demasiado cerca… me decepcionaste al no seguir –agachó la mirada- pero, estoy seguro que la próxima vez lo lograrás –volvió a mirarme, con aquella chispa luminosa- confío en ello.

Tragué saliva, aún le temía al hecho de que aquel bello chico no fuera más una ilusión y aún más al que no lo fuera.

- Pero, me perdí por completo Jason, además, ¿por qué no me llamaste o viniste por mí, si estaba tan cerca? –pregunté un tanto enfadada, sin creer que realmente podría el estar esperándome fuere de mis sueños.

Él se limitó a acercarse y sonreír, tomando una de mis manos.

- Pero, mi querida Kate, eso no haría el juego tan divertido, es como hacer trampas –rió levemente- debes hacerlo sola.

Quité mi mano rápidamente, pero con cuidado y él me miró con curiosidad.

- ¿Cuál es el problema? –preguntó casi enfadado.

- ¡Jason! Sabes que ya no somos niños enamorados, te lo he dicho antes, ¡deja de insistir! Esto no es un juego, ¿acaso parezco un juguete? –fingí estar enfadada también y el suspiró.

- Está bien, lo entiendo, pero yo también te lo he dicho antes mi muñequita, seguiré así de persistente hasta que te des cuenta de que me amas tanto como yo a ti –dijo tan seguro de sus palabras que esta vez mi enfado fue real.

- ¿Qué es lo que no entiendes, Jason? –tragué saliva antes de seguir, y lo pensé dos veces pero al final hablé- no quiero nada contigo –mi voz sonaba tan segura que hasta me sentí orgullosa, hasta que lo miré.

- No tienes por qué ser tan fría conmigo, Katherine –no parecía enojado, sino defraudado. Se dio media vuelta y comenzó a caminar muy despacio en dirección contraria a la mía. Se me hizo un nudo en la garganta.

- Eh… espera, Jay –me acerqué casi corriendo a él- no quería… no era mi intención… la verdad es que… en serio yo no deseaba… ay, Jay… lo siento mucho –logré decir con verdadero arrepentimiento, por alguna razón no lograba enfadarme con él, al menos no durante mucho tiempo, eso me crispaba mucho de mí misma- es solo que, ¡rayos, sí que eres desesperante! –intenté bromearle, pero sólo se volvió hacia mí y me obligó a bajar la mirada- en serio, lo lamento, no quería herirte ni nada de eso… y entiendo si no me quieres perdonar –volví a mirarlo casi de reojo. Lo oí suspirar y se acercó para levantar mi mirada.

- Mi intención no es hacerte sentir culpable, pero quiero que entiendas lo que siento –me sonrió dulcemente- la verdad es que no soy nada sin ti, Kate –me sonrojé y tuve que apartar mis ojos, él sonrió aún más, divertido por mi vergüenza, de verdad que era toda una persona bipolar.

Caí al piso de rodillas y él se puso a mi altura.

- No te entiendo –dije sin mirarlo todavía- si tu intención no es hacerme sentir culpable, ¿cómo le llamas a eso? –giré la cabeza de un lado a otro- siempre has sido tan tierno con migo que cada vez que digo algo malo de ti me siento fatal.

Jason rompió a reír.

- Vaya que eres un encanto, Kate –me obligó a pararme y mirarlo, y allí nos quedamos.

Durante un largo minuto nadie dijo nada. Me sentía raramente cómoda con ese silencio a pesar de que estuviésemos tan cerca uno del otro. Esto supuso que tampoco me resultaría malo que Jay me volviera a besar, incluso esperaba que lo hiciera, por alguna extraña razón, pero a su vez otra parte de mí sabía que no quería eso.

Volvió a sujetar mi rostro entre sus manos y se acercó lentamente hasta que nuestros labios se encontraron. Los suyos eran insistentes a pesar de que por mi parte le tenía un curioso miedo a aquello. Pero al fin y al cabo cedí y le devolví el beso, sujetándome de su cuello, y él, bajando sus manos hasta mi cintura y acercándome más junto a él, con sumo respeto y pulcro. Apenas desperté y me di cuenta, unas lágrimas salieron solas de mis ojos. Quedé allí tendida sobre mi cama, mirando la nada, sumida en mis pensamientos y decisiones profundas.

Me paré de un salto, me puse lo primero que encontré y corrí hasta fuera de la casa. A pesar de que seguía oscuro, al llegar, me adentré en el bosque, corriendo y decidida a encontrar a Jay, pero ¿Qué haría al encontrarlo?, ¿Acaso no había despertado porque no quería besarlo?, ¿Porque no quería encariñarme con un sueño? Esta vez había sido yo sola la que se había alejado del él, por lo tanto, ¿Qué rayos hacía buscándolo? No tenía ni la más mínima idea de nada, pero eso no me detuvo. Necesitaba aclarar mis dudas.
Volver arriba Ir abajo
 

Capítulo 4: "Al borde de la demencia"

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba 
Página 1 de 1.

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Caballow-Sos :: Rincones Personales :: De la M a la Z :: nanito-
Cambiar a: