Caballow-Sos
Bienvenido al Foro de Caballow Sos Donde encontraras todo para pasarlo bien y ayudarte en el juego de Caballow. Registrate ahora!
Caballow-Sos
Bienvenido al Foro de Caballow Sos Donde encontraras todo para pasarlo bien y ayudarte en el juego de Caballow. Registrate ahora!
Caballow-Sos
¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.



 
ÍndicePortalBuscarÚltimas imágenesRegistrarseConectarse

Comparte | 
 

 Entre dos mundos-Capítulo 4

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Ir abajo 
AutorMensaje
Ileva
Unicornio Legendario
Unicornio Legendario
Ileva

Cantidad de envíos : 1425
Apodo Caballow : Ileva
Fecha de inscripción : 15/07/2010

Entre dos mundos-Capítulo 4 _
MensajeTema: Entre dos mundos-Capítulo 4   Entre dos mundos-Capítulo 4 Icon_minitimeJue Ago 18, 2011 1:33 am

Los días pasaban, uno tras otro, mientras yo me sumergía en una monotonía total. Cada momento era igual que el anterior, cada persona, cada situación. Natasha, el novio de mi hermana y yo nos encargábamos de vigilarla. Aún no le había conocido, pero en esos momentos tampoco me interesaba demasiado, un grave error por mi parte.

Durante un tiempo seguí sin ver a nadie tras nosotras, pero, cuando pasó un poco el tiempo, de vez en cuando veía un hombre que me miraba fijamente en una esquina, o un coche negro, con los cristales tintados, delante de la tienda donde trabajaba. Al principio no me preocupaba. "Solo está esperando a alguien, habrá ido a comprar". Pero el humor de alerta constante de mi hermana me fue afectando poco a poco, y, de repente, me vi observando a cada persona que pasaba a mi lado. Y, como suele pasar en estos casos, de nuevo me dejé llevar por la indiferencia. Otro error.

Salía de casa de mi hermana enfrascada en mis pensamientos, cuando oí pasos detrás de mí. Volví la cabeza, y vi un coche negro en la esquina, y cuatro hombres que habían salido de él corrían hacia mí. No pensé, solo corrí. Me metí entre las callejuelas, preguntándome como nadie nos había visto y llamado a la policía. Entonces me vinieron a la mente las palabras de mi hermana, y las mías propias. "Fueron ellos…" "No podemos avisarles, porque son ellos los que lo intentaron…". Sentía que se acercaban poco a poco, y mi mente rozó la Puerta. No, no debía traspasarla. Al menos, no aun.

Una calle, otra y otra más. Y los hombres cada vez estaban más cerca. Doblé una esquina, y alguien me agarró y me arrastró fuera de la vista. Intenté gritar y escapar, pero me puso una mano en la boca y me sujetó con fuerza. La Puerta, la Puerta…Intenté alcanzarla, cuando el que me había atrapado habló.

-No te vayas. Si lo haces, ellos nos encontrarán.

Intenté preguntar, pero la mano seguí firmemente agarrada a mi boca. Me revolví de nuevo, y unas manos de hierro me apretaron para que me estuviera quieta. Pasaron unos segundos.

-Creo que ya se han ido, pero prométeme que no gritarás.

Asentí con la cabeza, y sentí como su mano se apartaba de mi boca y me soltaba con suavidad. Apenas lo hizo me di la vuelta, preguntándome por qué sabría quien era yo, y por qué me habría ayudado. Y allí estaban esos ojos verdes, mirándome fijamente, casi con lástima. Me estremecí. Otra vez él. Se separó unos pasos de mí, parecía avergonzado.

-No debí hacerlo-Se dijo.-Maldita sea... ¿Por qué aceptaría esta estúpida misión?

Me fijé en su ropa. Traje negro, gafas oscuras entre el pelo rojizo y el brillo de una placa en un bolsillo de la chaqueta. Era uno de ellos… ¡Él! No, él no podía serlo…Pero lo era. Retrocedí unos pasos, palideciendo. ¿Cómo sabía lo que iba a hacer? Mi espalda tocó la pared produciendo un ruido sordo, y él pareció volver a la realidad.

-Tranquila-Susurró.-No soy como ellos.

No respondí y me quedé quieta, pegada a la pared. Él se acercó, despacio.

-No soy como ellos.





El sonido de la puerta al cerrarse me devolvió a la realidad. Suspiré. Mi hermana me iba a matar. Y Natasha también. Hasta yo misma tenía ganas de tirarme por una ventana. Pero, él...No era como los demás. Me ayudó, aun sabiendo que eso no le beneficiaba en absoluto, si no al contrario. Cuando estábamos en aquel callejón me tomó de la mano y e sacó de allí. Me llevó por calles oscuras, sin soltarme ni un solo segundo. Yo ni siquiera pude apartar la vista de él. Solo cuando llegamos a mi casa él se quedó atrás, y me dejó sola.

Por otro lado, ahora estaba claro que nos querían para algo, pero, ¿Para qué? Él conocía mi secreto, ¿Cómo? Clara y yo nunca hablábamos de ello, y yo siempre tenía cuidado al cruzar la Puerta. Por supuesto que el ver desaparecer a mi hermana así como así les había aclarado un poco las cosas, pero, ¿Y antes?...¿Cómo? ¿Y qué les importaba a ellos? Era nuestra vida, solo nuestra, y no hacíamos daño a nadie.

Sentí que una lágrima me corría por la mejilla, pero no sabía si era por la verguenza de haberme enamorado(Ahora y, pese a todo, lo tenía claro)de alguien que pertenecía a una organización que quería secuestrarnos, por la tristeza de descubrir que el sencillo chico que venía a comprar todos los días a la tienda era un agente de "casos especiales", o por la rabia contra ellos que sentía. En mi todo era un remolino de emociones contradictorias, y yo ya no sabía que hacer.

Subí a mi habitación y me dejé caer sobre la cama, sollozando. Pero yo no debía, no podía llorar. Era la mayor, la responsable, la que siempre conservaba la calma, la que nunca cometía errores. Me enjuagué las lágrimas con el edredón, dejando pequeñas manchitas saladas en él. Me fui al baño y me forcé a mirarme al espejo. Tenía un aspecto lamentable. Mis ojos estaban enrojecidos, al igual que toda la cara, y unas profundas ojeras de preocupación colgaban bajo mis ojos. Mi pelo castaño, antes brillante y lleno de vida ahora estaba lacio, desordenado. Me pasé los dedos por él, en un vano intento de peinarlo un poco, pero fue imposible.

Intenté sonreirme a mi misma, pero solo una mueca me respondió desde el espejo. De pronto,mis piernas flaquearon, y caí al suelo. Mi pecho se cerró, apenas podía respirar. Boqueé con fuerza. Solo un instante después, mi corazón clamaba un nombre. ¡Erik! Sentía su dolor incluso en este mundo.

-Aguanta-Susurré-Por favor, Erik.No sé lo que te están haciendo, pero te prometo que iré a ayudarte.
Volver arriba Ir abajo
 

Entre dos mundos-Capítulo 4

Ver el tema anterior Ver el tema siguiente Volver arriba 
Página 1 de 1.

Permisos de este foro:No puedes responder a temas en este foro.
Caballow-Sos :: Rincones Personales :: De la A a la L :: Ileva-
Cambiar a: