Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Suspiré, me sentía un tanto estúpido, pero le resté importancia la asunto y me eché en el suelo también.
- Realmente... Nady... -dije sonando serio y nervioso-.

-Y ahora mira quién es el nervioso-observé entre risitas contenidas. Moví mis alas de manera que no estorbaran, colocándolas encima de mi lomo.

- Chst -me quejé- quería hacer una broma... -admití- en fin, tenía que preguntar "qué", perocupada o interesada, me mataste -reí con ganas.

-No caeré en tus truquitos-fruncí el ceño a modo de queja, pero me uní a sus risas.

Seguí riendo un rato hata que me quedé sin aire.
- No es justo -me quejé sonriendo anchamente. Me revolqué en el suelo- mira, voy a hacer un angelito de pasto -bromeé- soy un angel -me reí y la miré.

-Claro, ni tú te la crees-bromeé.-Estás de un humor excelente hoy, ¿eh?-observé alzando una ceja.

- Si -reí- y no me preguntes porque -advertí divertido-.

-A ver, ¿por qué?-inquirí burlona.

- ¡Dije que no preguntes porque! -me quejé riendo levemente- realmente... -la miré de reojo con una sonrisa burlona- de verdad, ¿quieres saber la oscura verdad? -amenacé con ojos fulminantes y brillantes.

Me sentí un poco tímida ante el peso de su mirada, por lo que incliné levemente la cabeza.
-Si no te enojas, sí, quiero saberlo-pedí en un susurro.

Susoiré, reí y me acalré la garganta.
- Trnauila -le guiñé un ojo y me paré de forma imponente e importante- la verdad es... -hice unos soniditos de suspenso, entre una pqeueñas risitas- es que... -miré con ojos horrorizados a Nady- la verdad... ¡no lo se! -grité al fin, soltando luego una carcajada.

Lo fulminé lentamente con la mirada, clavándole mis ojos sobre los suyos.
-Ajá-mascullé entre dientes, sosteniendo mi mirada asesina.

Bajé la cabeza, llorando como perrito. Lamiré con los ojitos de un niño arrepentido y una tierna risita.
- Lo siento... -susurré medio en broma.

Cambié mi mirada fulminante a una mirada de ternura.
-Oh vamos, no pasa nada-susurré abrazándolo con el cuello.

Devolví en abrazo entre una cariñosas risitas.
- Es obvio que no te puedes enojar con migo Nady -espeté con cariño y una gran sonrisa de niño pequeño-.

-¿Quieres ver que sí?-reté, alzando una ceja. La verdad era que casi no podía, a menos que me diera un verdadero motivo.

~Ok si, ahora soy Maya xD~

Me adentré en aquel cálido lugar. Ví a mi padre recostado en un prado mágico de flores.

-Hola... Papá...- Dije dulcemente.
Mi padre dirigió su mirada hacia mí, se acercó y dijo:
-Hola... Ha pasado tiempo, Maya...
-Sí, papá, bastante tiempo...- Dije sin poder evitar que una lágrima recorriera mi suave y blanca mejilla.

-¿Qué haces aquí? ¿Tienes alguna duda? Me extraña que hayas venido estando con esos equinos... Con Nadya y Calisto...- Dijo extrañado mi padre.

-No puedo estar con ellos, padre, tú sabes, que no puedo tener personas importantes, ni puedo ser alguien importante para esas personas... Por eso quisiera vivir aquí, en tu templo...- Expliqué.

-No puedes.- Dijo mi padre cerrando sus ojos. Luego los abrió.
-¿Por qué, padre?- Dije algo confundida.
-Porque ellos pueden hacerte feliz. Son capaces de eliminar aquella infelicidad que tienes... Ahora... Ve con ellos...- Dijo mi padre abrazándome con el cuello.
-Está bien... Iré...- Dije algo preocupada, pero mis dudas y preocupaciones se desvanecieron y fuí como una estrella fugaz hacia Calisto y Nadya.

Miré a Maya pasar. Le chiflé para llamarla, cosa que solía hacer cuando estaba de un buen humor.

Escuché el silvido de Nadya, por lo que me dirigí hacia ella. Aterricé a su lado.
-Hola.- Dije riendo con ganas. -Espero que no les haya dejado mucho tiempo solos...- Dije alegremente.

Abrazé a Nadya y luego a Calisto, con el cuello.
-Les extrañé.- Dije con una sonrisa pintada en mi rostro.

´´1, 2...Acabo de llegar...´´ ´´¡Las defensas del norte han caído!´´ ´´3, 4, vengo yo a por tí´´ ´´¡Replegad las tropas!´´ ´´5 , 6, todos pereceréis.´´ ´´¡Reforzad las defensas! ¡Espadachines adelante!´´ ´´7, 8, será espantoso´´

´´¡Han entrado, mi general! ¡Están aquí!´´ ´´¡9 y 10, y la muerte ya está aquí!´´



Me desperté sobresaltado y resolplando como un loco. Había sido una pesadilla. Algo que bullía en mi mente. Me sentí acorralado y sentí miedo. Creo que había alguien cerca pero no me fijé. Estaba demasiado aturdido.

Pude leer la confusión de Aionhai, por lo que deshice el abrazo de Maya y me acerqué a él.
-¿Qué fue eso?-pregunté en un leve susurro, acercándome al macho.

Me acerqué junto a Nadya a Aionhai.
-¿Estás bien... Aionhai?- Dije algo preocupada.

--No...no lo sé...--Dije, aturdido, como un potrillo asustado, sudando. --Un sueño. Un sueño horrible...Pero era algo más que un sueño...



Venían a la mente todas y cada una de las escenas de ese sueño. Montañas de piedra, extraños seres vestidos de hierro que caían luchando contra algo. Yo mismo vestido de acero dando órdenes a alguien cuyo rostro cubría un pedazo de metal cilíndrico y esa...esa criatura negra de ojos rojos. No dije nada. Nady ya debía haberse dado cuenta de todo.

-No me llames Nady-gruñí entre dientes.-Lo veo como algo que sucedió hace mucho tiempo...-susurré. Los recuerdos eran tan vívidos...

-Tranquila Nady, es un sobrenombre agradable... ¿Qué sucedió, Aionhai?- Estaba sobresaltado, y nervioso. Me acerqué y le di un toquesito con el morro en el cuello.