Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Le sonreí y me incliné para beber.

Escuché las disculpas de la yegua.-Me alegro que hayas recuperado la vista-comenté, y seguí tomando agua.

Yo aún seguía observando la conversación; "Por suerte no me descubrieron" pensé. Seguí observando lo que sucedía, me entraron ganas de beber agua, pero me quede oculta en la manada.

Miré hacia el cielo y cerre los ojos, olfateando el aire con recelo.

- Se siente extraño, ¿o estaré yo mal? -dije para mí mismo, aunque en voz alta.

-Yo no siento nada extraño, pero puedo ir a investi-callé de repente. No quería que nadie, además de la extraña yegua, se diera cuenta de que podía cambiar formas.

Giré en dirección a Nadya.

- ¿Disculpa?, no comprendí lo que dijiste... ¿lo repetirías? -pregunté un tanto curioso, aunque siempre con la mirada seria, sin embargo respetuosa y serena...

Tenía una extraña sensación respecto a lo que me rodeaba, había algo extraño, y aunque no parecía amenazante, estaba alerta.

Suspiré y repetí en voz baja.

-Podría ir a investigar. Cambio formas, pero normalmente no me gusta decirle a nadie-mascullé entre dientes.

Sonreí un poco y bajé un tanto la cabeza.

- Pero, ¡eso es genial! -exclamé un poco sorprendido- ¿por qué no querrías contarle a nadie sobre tu Don? - don, ¿era esa la palabra decuada? no lo pensé mucho, tal vez todos tendrían algún tipo de poder y por esa razón sentía algo extraño. Me relajé un poco.

-No me gusta hablarle de mi vida a los demás, eso es todo. Me las he arreglado para vivir sola y no estoy acostumbrada a tener compañía...pero eso no significa que me guste estar sola-alcé una mirada ansiosa al cielo, y no vi nada extraño en el.

- Ya veo, creo que entiendo lo que dices, mi pasado es parecido, sin embargo no puedo evitar el querer buscar compañía, no soy del tipo solitario por lo que siempre estuve acompañando, aunque nunca fuese otro equino... -reí levemete ante esos vagos recuerdos y miré a Nadya- perdona por haber preguntado...-.

-No, está bien. No eres como los demás caballos con los que me he topado-admití algo penosa.

Ladeé la cebeza y bajé la mirada. No sabía si sentir eso como un cumplido, pero parecía algo triste.

- Supongo que fué un poco de mala suerte... ¿pero a qué te refieres con que no soy como ellos?-pregunté, pensativo- de cualquier forma, al menos creo yo, podemos ser amigos -sugerí con una amplia y serena sonrisa. Mi naturaleza amistosa era la que me había alejado de mi familia-.

Al escuchar las palabras de Nadya, me dí cuenta que era parecida amí, estuvo siempre sola, apañándoselas sola para sobrevivir... De algún modo comenzé a llorar por Nadya... "En mi interior soy una chica tan negativa... Pero siempre trato de mostrar el lado amable de mí... Seguramente algún día eso cambiará para siempre..." pensé mirando a Nadya.

-Los de mi manada eran hostiles, secos y huraños. Creo que aprendí mi carácter de ellos...en cambio tú, se ve que eres amable y te has portado como tal-expliqué.-Y sí, me encantaría que fuéramos amigos-sonreí con mi mejor sonrisa.

Escuché los pensamientos de una tal Maya. Al parecer, yo le daba esperanza? Me alegraba el ayudarle a las personas en algo, fuera como fuera y aunque yo resultara perjudicada.

Agaché la cabeza levemente.

- Ya veo, pero bueno, está bien ser así de cualquier forma, no creo que seas tan tacaña -bromeé- además... ser como soy me ha dado muchos problemas, ¿sabes? -agregué sonriendo con pena, pero me recobré como pude- ¡seamos buenos amigos! -dije al fin con una sonrisa de niño en navidad-.

Me reí a carcajada suelta al ver su sonrisa.

-Está bien, seamos buenos amigos.-declaré.-No me imagino qué problemas te pudo haber traído el ser como eres-dije, extrañada y ladeando la cabeza.

Me sentí muy bien al escucharla reír, eso era genial, hacer reír a los demás, aunque casi siempre era por mi actitud infantil.

- Verás, es una historia un poco aburrida, si quieres te la cuento -dije un poco bromeando, pero mis ojos se apagaron con el recuerdo, me sentía débil por dentro.

Observé el cambio en sus ojos.

-Me encantaría, pero si no te gusta, no te voy a obligar.-dije a toda prisa. No quería hacer sufrir a alguien sin necesidad alguna.

Moví la cebza de lado a lado, casi jugando.

- Está bien, no es un buen recuerdo, pero me legra que sea sólo eso -dije sonriendo levemente, pero en serio- de hecho, los de mi manada eran igual a los que tú describiste, y no encajaba bien allí, todos decían que llamaba mucho la atención... terminé por trabar amistad con cualquier critura, y una en particular se aprobechó de mí para acercarse a la manada... nadie resultó muerto pero si heridos, quería matarme, literalmente, a si que me alejé de aquel escenario y traté de controlarme como pude mientras estaba sólo... la verdad es que no se me da bien la soledad -terminé diciendo un poco desepcionado- me gusta atraer a los problemas, eso me decía -agregué con una risita.

-Pues yo no lo creo así; y por lo menos tu historia es algo más alegre que la mía-observé y bajé las orejas. Hablaría de ella sólo si me lo pedía, ya que no era grato recuerdo. Sin embargo, me alegraría el poder compartir uno de mis mayores secretos con alguien más.

- Ya... ya veo -dije un poco apenado- no tienes que hablar de ello si no quieres tampoco, pero tal vez sería bueno descargarte, ¿no crees? -sugerí con una buena sonrisa- a veces es lo mejor...-

Sentí como si la yegua me hubiera leído la mente, en fin, salí de todas formas y traté de llamar la menor atención, por no tener ni alas, ni cuernos, y por tener mi ojo rojo, me acerqué;

-Hola- les saludé bajando levemente la cabeza. -Disculpen si interrumpí algo - Dije con las orejas bajas. - Es sólo que sentí como si me descubrieran- dije haciendo una sonrisa. Dirigí mi mirada hacia Nadya y fija y seriamente le dije:

-Quería disculparme por lo de hace un rato- Luego miré a Calisto, bajé la cabeza y le dije: -Mil disculpas, Calisto, pero necesitaba disculparme con ella si así lo prefieres, puedo irme inmediatamente.

Meneé la cabeza y deje que la otra yegua descansara y me dirigí hacia los demas caballos -Podre yo tambien interrumpir?- Pregunté con una leve sonrisa y haciendo una reverencia

La presencia del lobo prácticamente se desvaneció, pero eso no me causo alivio precisamente, quizá hasta estaba decepcionada , en secreto sentía algo de fascinación por esas criaturas, que adoraban la luna tanto como yo. Pero sabia que podían hacerle daño a los demás, así que trate de olvidar el asunto y me acerque a los demás caballos, a algunos no me había presentado...
Si me permiten también me gustaría interrumpir-dije con una sonrisa

Me levanté, ya más recuperada y también me acerqué a los demás. Plegué mis alas en torno a mi lomo, en un signo amistoso.

-Veo que han aprobechado la oportunidad- les dije respetuosamente a los que se habían hacercado. -Si me disculpas, quisiera escuchar tu historia, Nadya- dije amablemente y con la cabeza baja.