Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Mis ojos se oscurecieron, pasando de un azul alegre a un azul marino.
-Vamos, dime que no lo dices en serio-pedí, enfadada. -¿Que por qué no dejé que te mataran? ¡Porque me importas, idiota!-en un segundo aparecí junto a ella y la abracé fuerte con el cuello. -¿Crees que suicidándote arreglas todo?- exigí, enojada ya por completo. -Pues si así lo crees, entonces te diré que no es así- fruncí el ceño y deshice el abrazo.
-Sabes que soy capaz de interponerme entre la mismísima muerte y tú, así que, por favor deja de hablar así- pedí un poco más calmada. -Ah, y dile a Maym que deje de hablar como una tonta-espeté.

Quedé paralizada ante la reacción de Nadya. No pude evitar llorar y devolveré fuerte el abrazo.
-Maym... Sólo estaba bromeando... Ella estaba bromeando... - Dije llorando. -Todos los seres que habitan en mi cuerpo son un sólo ser, dispersado en diferentes seres... Sea quien sea, eres muy importante para cada ser habitante en mi cuerpo...- Dije llorando aún más. Abracé fuerte a Nadya.

-Bueno, ya, basta de palabrerías. Sabes que Aphaia no puede bloquearme del todo, mi don es poderoso, así que deja de pensar como demente y volvamos al claro-invité, con una sonrisa en el rostro.

No lo dudé dos veces.
-Sí, volvamos al claro...- Dije limpiándome mis lágrimas, pero teniendo mis ojos húmedos.

Me transformé en Kazeno y luego en el viento.
-¡Vamos! ¡Nady!- Dije con una sonrisa.

Me transformé en una golondrina de alegres colores y ojos vivaces, y me dejé llevar por la suave brisa que levantaba Maya.

Suavemente nos dirigimos hacia Calisto. La suave brisa que yo provocaba, dejó a Nadya en la cabeza de Calisto.

Me transformé en Maya y bebí un poco de agua.

Salté de la cabeza de Calisto, me elevé sobre el cielo y descendí en forma equina.
-Tú la traes contra mí y Calisto juntos, ¿eh?-me quejé, inclinándome a beber agua.

Me reí.
-Claro que no, al contrario, se ven bien juntos, te lo digo como hermana mayor- Dije sonriendo y terminando de beber.

Levanté mi cabeza, junto con mi cuello elegantemente. Miré arriba, miré el cielo. Sonreí... Por fin encontré un lugar en el cual vivir...

-Uy si, muy mayor será-solté una risita sofocada.
-Ahora que estás con la cabeza en su lugar...-me reí-aprovechemos para jugar-sonreí.

Miré a Nadya y sonreí. Pero no era una sonrisa falsa... Era una verdadera sonrisa de felicidad.
-¿A qué jugamos? -Dije entre risitas. -¿Una carrera? ¿Escondidas? ¿O quizás... Una carrera contra el tiempo?- Dije misteriosa.

Me tumbé en el suelo suavemente para descansar un poco, pero en cuanto decidiamos qué jugar, me levantaría.

-Acabo de jugar escondidas...-recordé.-En carreras me gana Rosario...ah, no es verdad-sonreí de oreja a oreja.
-Carreras-decidí. Obviamente me refería a velocidad, puesto que recordé que podía adoptar la forma de cualquier ser vivo; además de sus rasgos y cualidades principales.

-¿Una carrera?- Dije sonriendo. -¿Contra el tiempo?- Dije sonriendo misteriosamente.

Me incorporé sobre mis patas, para levantarme. Una carrera contra el tiempo... O una simple carrera.

-Una carrera contra el tiempo, es más entretenida y misteriosa que la carrea normal.

-Bah, carrera normal. Modo místico fuera-afirmé.
-En sus marcas...listos...¡Ya!-exclamé. Al "ya" pasé al animal más veloz que había conocido en mi vida: un guepardo. Combiné la velocidad del águila, la fuerza del guepardo, la agilidad de una gacela y la habilidad y destreza de un león en mi carrera. Iba tomando la delantera por un buen pedazo, y lo mejor era que no me cansaba.
-Hasta aquella roca-indiqué en un tono de voz completamente normal.

Me transformé en Kazeno lentamente y luego en el viento. Me adelanté e iba adelante de nNadya.
-Creoq ue ganaré esta vez- Dije riéndome.

Toqué la piedra velozmente y me recosté.

Me transformé en el fénix cuando ella se formó en viento, por lo que llegamos al mismo tiempo: ella me impulsaba con su brisa.
-Empate-acordé. No estaba cansada ni con el aliento cortado, por lo que me transformé en loba y fui a cazar.

-Yo tampoco estoy cansada, ni con el aliento cortado- Dije riendo. -¿Te acompaño con mi brisa?- Dije entre risitas.
Acompañé a Nadya en su caza con mi calma brisa. Encontramos un ciervo pastando. Me detuve y me acerqué lentamente. Aquel ciervo se dió cuenta y comenzó a correr con mucha agilidad. Me acerqué y le agarré una pata pero el ciervo seguía corriendo, era viento, después de todo, lo único que pude hacer es alentar el paso del ciervo.

-¡Nady! ¡Aquí!- Grité melódicamente.
De pronto solté al ciervo, el cual cayó en el suelo de cansancio. Me transformé en Maya pero... Era una apariencia diferente... Tenía alas de murciélago, pero eran como "sombras" y el brillo de mis vivos ojos desapareció, como si me hubieran quitado todas mis emociones y fuera sólo un muñeco.

Una... Espada... Eso era... Una espada. El cielo, aunque había pasado el amanecer, se volvió totalmente negro, y comenzó a llover. Un rayo, junto con una espada atravesó mi frágil cuerpo; Mis patas, estómago, cuello y corazón. Una espada demoníaca... Pero era diferente... Era inmortal, una espada inmortal, con sed de sangre y carne.

Raramente me transformé en Rosario, sin sed de sangre; yo no me transformaba en ella a menos que tenga sed o quiera ayudar en una pelea. Pero esta vez era diferente, ninguna de esas dos opciones; ahora era sólo una muñeca.

Me reí malévolamente y esperé a que Nadya llegara. Bebí un poco de sangre de aquel ciervo aunque no quería. Reí malévolamente de nuevo.

Mi cuerpo, que hasta este momento se veía lleno de vida, aún estando en mi forma vampírica, se oscureció. Mi rosario se volvió Negro, en vez de blanco; mi pelo se volvió Rojo y negro; rojo como la sangre carmesí y negro de oscuridad. Mis alas aumentaron su tamaño y ahora eran grises, no negras.

Algo me atraía hacia ella, pero había leído en su mente lo suficiente como para limitarme a quemar el bosque en mi forma de fénix.
-Maldición-mascullé a manera de queja, mientras soplaba sobre el bosque para incendiarlo.

Ví a Nadya acercarse en su forma de Fénix. Reí malévolamente.
-¿Qué haces aquí, pequeña Nady?- Dije entre malévolas risas.
-No deberías de estar aquí, sabiendo que yo soy Rosario, la Reina de los Vampiros, los seres que se ocultan debajo del manto nocturno.- Dije seria. Luego proseguí.
-¿Qué te parece una Carrera contra el tiempo?- Dije misteriosamente. -Es sencillo, si quieres te explicaré las reglas;
Debes recolectar la mayor cantidad de sangre en el menor tiempo posible. ¿Qué te parece? Si quieres pongo otra cosa en juego en esta carrera de tiempo.

-¿Como a cambio de qué, bichejo insolente?-espeté, con mis ojos de un azul intenso a manera de desafío.

-Creo que lo dije claro. Una carrera contra el tiempo; 15 minutos, la mayor cantidad de sangre. La que gana... Pues decidirá que hacer con la que perdió- Dije riéndome. Pensaba una y otra vez "no puedo... No quiero... ¿Por qué lo hago?" Sumida en mis pensamientos, dejé de lado todo lo demás.

-Si quieres ponemos otra cosa a cambio- Dije riéndome con un tono misterioso y a su vez malévolo. -Como la vida de tu pequeño amigo- Dije dirigiendo mi mirada hacia Calisto. -O... Quizás... ¿La vida de esta pequeña insolente?- Dije convirtiendo mi sangre en una espada y ponerla junto a mi cuello.

-A él no lo toques-gruñí-. Te conseguiré la sangre-finalicé.

Reí malévolamente. Al final terminó aceptándolo.
-Finalmente te decidiste eh- Dije entre risas.- Entonces, si yo gano, harás lo que yo diga ¿Entendido?- Dije sonriendo.

-La carrera contra el tiempo, 15 minutos, empieza... ¡AHORA!- Bebí sangre de aquel ciervo que estaba inconsiente ~al final me di cuenta de que era Jami... Por dios...~

Seguía vagando por el bosque, buscando víctimas, pero ya había conseguido bastantes litros de sangre. Faltaban unos pocos seres por beber de su sangre... Y en razas, eran dos... Los equinos y... Los hombres lobo.

Finalmente conseguí derrotar algunos y beber de su sangre, pero los clanes de hombres lobo son bastantes, y por estos territorios principalmente. Busqué a Nadya, hasta que finalmente la encontré.
-Con su permiso... Sos los últimos seres que necesito beber de su sangre para acabar esta carrera contra el tiempo... Faltan solo 5 minutos.- Estaba a 1 milímetro de clavar mis elegantes y finos colmillos en el cuello de Nadya, pero me detuve y salí volando de allí.

Mayhem me dio una especie de bolsita-contenedor, la cual usé para depositar la sangre de las víctimas. Me transformé en una quimera y despedacé varios cuerpos en un santiamén, mientras que Mayhem iba poniendo la sangre en la bolsita.
Tenía algunas centenas de litros de sangre, esa bolsita pesaba horrores; pero no me importó. Vagué hasta que encontré a los hombres lobos y vi algunos cadáveres tirados, unos por Maya; otros por pelearse entre sí. Tomé la sangre que quedaba de ambos tipos, mientras que mi bolsa pesaba aún más.
Cuando llegué a reunirme con Maya, e intentó morderme, mi bolsa era evidentemente más grande, quizá el triple o el cuádruple, de lo que ella había conseguido.

Reconocí a la Quimera y la seguí. Me horroricé a ver a Maya y la evidente cantidad de sangre que ambas llevaban en aquellas bolsas. Agaché la cabeza y me quedé mirano entre los arbustos. Al cabo de un rato decidí acercarme encaso de que fuera necesario intervenir en algo.

Sentí la presencia de Calisto cerca. Reí malévolamente y me dirigí sigilosamente hacia él.
-Cali... Algo... Algo está tomando posesión de mi cuerpo, soy una muñeca ahora... Estoy jugando una carrera contra el tiempo... en sólo 15 minutos debemos absorver la mayor cantidad de sangre... Y la que gane hará lo que quiera con la otra... Ahora... Discúlpame por esto... Tal vez absorva un poco a Perisa... Y planeo perder esta carrera para dejarlos sanos y salvos... Para que no sufran más- Dije con mis ojos húmedos y clavé mis finos y elegantes colmillos en el cuello de Calisto.

Me alejé rápidamente y me dirigí hacia Nadya.
-Nady, mis pequeña Nady... Nunca dije que había que matar para tener sangre- Dije riéndome malévolamente. -Debes beber sangre y guardarla en esa bolsa, pero no matar a los seres vivos, sinó todos creerán que eres un demonio- Dije riéndome aún más.

Ví todos los cadáveres alrededor de Nadya. Toqué un cadáver y dije entre risitas:
-Que cruel... Y pensar que los mataste a casi todos... La sangre que has obtenido matando a los seres vivos no valdrá nada, debes clavar y succionar, pero no matar ni drenar- Dije malévolamente. Sacando una gran cantidad de sangre que Nadya había conseguido mediante ese método, era obvio que yo tenía diez veces más sangre que ella.

Volé y volé. Succioné sangre de algunos hombres lobo, pero era extraño... Ninguno me atacaba... Sólo se defendían...
"Moonlight..." Susurró en mi mente Aphaia. No la escuché bien, puesto que estaba concentrada en la carrera, sólo faltaban 2 minutos.