Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

-Ay no-me quejé en son de burla. Abrí mis alas y galopé con furia, alzando lentamente el vuelo. Llegamos al mismo tiempo.
-En éstos casos, ¿qué se hace?-puse mi mejor sonrisa.

- Rebancha -amencé con una gran sonrisa y la mirada pícara, le guiñé un ojo- ¿qué prefieres?

Lo pensé un minuto.
-Preferir, ¿de qué?-inquirí, sintiéndome una gran tonta.

- Pues, ¿qué tipo de rebancha prefieres, cómo desempatamos? -inquirí, felizmnte.

-Durmiendo-me quejé. El sol se iba ocultando lentamente. Me tumbé en donde mejor cupe.
-Buenas noches-deseé con un leve susurro y una cálida sonrisa.

"Finalmente llegamos... A la cueva de los Sabios lobos del Norte..." Dijo Aphaia.
"Sí... F-final-finalmente" Le dije a Aphaia tartamudeando.

Entramos a la cueva. Todos los lobos estaban mirándonos. Me dirigí al Sabio lobo, el líder de la manada.
-Hola, Reche, ha pasado tiempo desde que te ví- Dije con una sonrisa pintada en la cara.
-Sí, me alegra volver a verte, pequeña- Dijo el sabio lobo.-¿De dónde sacaste esa apariencia humana? No sabía que pudieras transformarte al igual que tu pequeña hermana.

-Ohh... Cielos, soy una vampira- Dije soltando una risita. -Una vampireza me pasó todos sus poderes mordiéndome el cuello. Tengo varias formas, todas en diversas fusiones y elementos dentro de equinos, pero esta es la única que tiene una apariencia diferente. Estoy algo corta de tiempo, por lo que iré directo al grano: La vampireza que me mordió, me pasó TODAS sus ganas de beber sangre, y ahora no puedo controlar ese instinto vampírico. ¿Qué puedo hacer?- Dije con un tono tembloroso, pero firme.

-Lo único que puedes hacer...- Dijo pensativo Reche -Puedo darte una infinita reserva de sangre... Es como un artefacto mágico, pero estará siempre y por siempre en el lugar en el cual te lo pongas. ¿Estás dispuesta a...?

-Sí, estoy dispuesta a todo... No puedo continuar así... Terminaré...- Una lágrima recorrió mi rostro. -Terminaré bebiendo la sangre de las personas importantes para mí...

Reche me limpió con su pata la lágrima que había salido de mi ojo y dijo:
-Entonces... Pídelo. Pídele a tu corazón que una parte de tu cuerpo te de sangre infinita para calmar tus instintos vampíricos.
-¿Pedir...?- Dije algo dudosa. -¿Te refieres a pedirle a mi propio corazón que una parte de mí se convierta en ese artefacto especial?
-Sí... Ahora... Apúrate... Supongo que estás en tus límites- Dijo Reche serio y tenía razón, estaba en mis propios límites.

Deseé con todo mi corazón que una parte de mí, saliera de mi cuerpo y que calmara mis instintos vampíricos. Inmediatamente una luz apareció en mi pecho, donde mi corazón se encontraba. Era una luz cegadora por lo que cerré mis ojos y los cubrí con mis manos. Al abrir mis ojos, ví... ¿Un... Un collar? Un collar apretado, como el de los perros, recorría mi cuerpo; 4 ileras de metal decoraban el collar y había una cadena de... ~Bueno! Los cositos esos que forman una cadena xD! Dos de esos cositos ~ Y de ella colgaba un rosario.

-Muchas gracias, Reche- Dije sin evitar que una lágrima de emoción recorriera mi rostro.
-Por nada... Ahora véte... Ya está oscureciendo- Dijo el sabio lobo Reche.

Me monté nuevamente en Aphaia y fuimos hacia donde estaban Nadya y Calisto.
~Cuando llegamos~

Ví a Nadya y a Calisto recostados en el pasto.
-¿Hola...? Tierra llamando a Nadya, Tierra llamando a Calisto- Dije soltando una risita.

-Cállate, figura cambiante limitada-me burlé. Me incorporé con dificultad.
-Ya duérmete...-me quejé, somnolienta.

Miré con una cara despreciable a Nadya. Estaba olvidándome de algo... ¿Qué era? Comenzé a reirme para mis adentros... Pensé por unos minutos hasta que Aphaia dijo: "Tu forma" Dijo riéndose. Eso era. Comenzé a reirme, pero no para mis adentros. Mi apariencia. Cambié rápidamente a Maya y me recosté en el esponjoso pasto.

Dormí bastante. Una luz rodeó mi cuerpo, aún estando dormida. Dos sombras se proyectaron; mi madre, la Luna en forma equina, abrazándome con el cuello, y mi padre, parado tapándome con sus cálidas alas.

-Bah, sabes que solamente tienes diez figuras para cambiar-le resté importancia con un gesto de la cabeza y dormí profundamente.

Los primeros cálidos rayos del Sol me despertaron en un cálido amanecer. Esa hermosa gama de colores conformaban ese bello amanecer.

Me incorporé y bebí algo de agua. Era extraño, mi sed de sangre no estaba.
"Tu Rosario, tu Rosario está acabando con esa sed." Dijo Aphaia. Era cierto, ayer había ido con los sabios lobos del norte y... Conseguí este Rosario.

Comenzé a pastar

Seguí dormida...el cambiar de formas me había dejado agotada, y ya hacía buen tiempo que no dormía el tiempo que debía.

Estaba realmente cansada aún, por lo que decidí recostarme cerca del lago. La brisa invernal estaba anunciando la llegada del invierno. Teníamos que pronto buscar refugio, estos territorios siempre quedan cubiertos por la nieve.

Le resté importancia y comenzé a dormir.

-Uy si, has estado aquí antes, claro-resoplé. Estaba de mal humor cuando leí su mente.
-Podemos quedarnos aquí-espeté y dormí de nuevo.

Escuché el comentario malhumorado de Nadya.
-Claro que he estado aquí antes... Tengo los mismos años que tú, pero tengo experiencia de muchos años...- Dije entre bostezos y caí dormida en el suelo.

Alcé el vuelo lejos de ahí. No quería hablar con Maya...y mucho menos estando en su modo "soy así y punto".
-Me largo-solté malhumorada. Cambié mi forma a un pájaro, cerré toda conexión entre Aphaia y Maya a través de Mayhem. También eliminé todo rastro, ni con el Sol y la Luna de su lado podría encontrarme.
Me quedé en una copa alta de un árbol, donde me acurruqué y dormí en forma de ruiseñor, de ojos negros y plumaje café.

Le resté importancia a Nadya, cerré mis ojos, finalmente durmiéndome y apareciendo en un paisaje realmente hermoso, era el lugar en el cual estaban todos mis yo.
"Últimamente se ha comportado extraño" Dijo Afrodita acercándose en su burbuja de agua.
"Es cierto... Creo que la estás sobreprotegiendo... No lo digo con malas intenciones..." Dijo Kazeno acariciándo mi suave piel en forma de viento.
"Tch... Es cierto Maya, la estás sobreprotegiendo" Dijo con su rudo tono Maye.

"¡Bueno! Puede ser que la esté sobreprotegiendo... Pero... Me da miedo..."
"¿Miedo?" Dijo Maye.
"Sí... Tenemos miedo... Tenemos miedo de causarles problemas a Nadya y no desechen a Calisto, saben que el es eso..." Dijo Maym Volando a través de las nubes y acercándose.
"¿Por eso le pediste ayuda a los Sabios Lobos del Norte, para que una parte de tí fuera este Rosario para detener tu sed?" Dijo Rosario señalando el rosario sujeto con cadenas.

"Tch... Siempre eres tan amable, no lo comprendo..."
"Soy así Maye, al igual que tú eres así. Yo, soy yo, tú eres tú. Me da miedo de hacer eso de nuevo... De... De... Beber... Beber sangre de mis compañeros..."
"¿Es Calisto? ¿Porque bebiste de su sangre, tienes miedo? Se que es cierto que si bebes de su sangre puedes absorber totalmente a Perisa, la demonio que lleva dentro, pero..."
"Eso es mi culpa... Yo soy la que tengo sed..." Dijo Rosario con culpa.
"También mi culpa, las dos somos seres fusionados, o algo así..."
"Es obvio... Rosario, tú estabas en el cuerpo de Maya desde hace tiempo, sellada por la Luna, pero Jami, esa vampireza rompió el sello y saliste a la luz. No son seres diferentes que habitan en un mismo cuerpo, pero unidas mentalmente, como yo, Afrodita, Maym y Kazeno" Dijo Maye seria.

"Bueno, eso, eso... De todas formas... Creo que la estamos sobreprotegiendo..."
"Es cierto... Deberíamos dejar que haga su vida... ¿Por qué no la dejamos sola con Calisto...? Ellos dos prácticamente se gustan" Dijo Maym entre risitas.
"Entonces está decidido. Despertemos ahora de este sueño, y marchémonos."
"Entonces, Aphaia, por favor, corta TODA, ABSOLUTAMENTE TODA la comunicación con Calisto, Nadya y Mayhem. Bloquéala por completo, Mayhem no la bloqueó por completo." Dije dirigiendo mi mirada hacia Aphaia, que estaba en su forma de dragón.


Desperté de aquel sueño, me combertí en Kazeno, y luego en el viento y me fuí lentamente alejándome de aquel lugar.

Desperté a media reunión de los "yo's" de Maya. Solté una sarta de groserías en mi mente cuando escuché lo que dijo Maym, así que intenté restarle importancia.
Por mí muy bien que se alejara, con que no se suicidara para mí iba viento en popa.

Aphaia se rió en mi mente. "¿Qué sucede, Aphaia? ¿Por qué te ríes?"~" Nadya pensó que mientras no te suicides estaba bien" ~
"Ah, que haga su vida, si me suicido, ¿qué va a hacer? ¿Venir a rescatarme? No me hagas reír, ella hace SU vida y yo hago la MÍA." Dijo Maye en mi mente.
"Shh, hagan silencio, estoy buscando un lugar en el cual vivir, miren, ya está comenzando a nevar..." Dije y era cierto, estaba comenzando a nevar.

Me detuve en el medio de la nieve, en donde no había nada. Puse mis patas en la nieve e hice que crecieran muchas raíces y pastos formando una cueva con un espacio suficiente para que entremos 5 u 7 caballos.

Entré dentro de la "casita" encendí un poco de fuego con leña y me recosté cerrando mis ojos.

Al despertar no encontré ni a Nadya y a Maya, por lo que me acerque al lago a beber agua, me mojé las patas y alcé vuelo en el lugar para buscar desde arriba. Tenía que admitir que estaba muy dormido y no estaba concentrado en mi tarea.

Desperté de mal humor y descendí al claro, pasando lenta y perezosamente a forma equina.
-Hola-saludé entre dientes a Calisto, inclinándome a beber.

- ¡Hola! Na-Nady... -baje un poco la voz, incliné la cabeza y la miré con curiosidad- esto... ¿está todo bien? -pregunté

-Claro que sí, ¿qué podría ir mal?-gruñí, alzando mi cabeza, con mi hocico chorreando agua.
"Te estás portando como una tonta"-observó Mayhem. Suspiré a manera de respuesta.
-Maya se fue-me encogí de hombros.-Dice que me sobreprotege, que le da miedo el lastimarnos, etc...-usé el plural porque ella lo había usado también.

El clime se estaba volviendo cada vez más y más frío. Decidí ir a ver a Nadya y a Calisto.
"¿No puedes estar lejos de es@s dos?" Dijo Maye soltando una risita.
"¡Sólo iré a ver cómo están! Les haré una cueva si es necesario..." Dije algo enfadada.

Salí de la casita y alzé vuelo en forma de Maym. Ví a Calisto y Nadya hablando como si nada hubiera pasado. Una lágrima recorrió mi rostro y pensé: "Mi existencia... Es insignificante para esos dos...". Hice una cueva igual a la mía y velozmente transformándome en Kazeno y lugo en el viento.
-Espero que estén bien... No me extrañen- Susurré en el viento y me marché.
Entré a MI cueva y me tumbé.

Hice un esfuerzo para mostrarme alegre ante Cali, pero cuando leí la mente de Maya mi enojo salió de nuevo.
Alcé el vuelo y la seguí.
-Escúchame-dije quemando la puerta de su casita transformándome en dragona, entré en su cueva y me transformé en equina de nuevo.-Si tú a mí no me importaras, no tendría esta marca-retiré mi ala de mi costado y mostré una cicatriz, de tamaño mediano, justo en el lugar donde nacía mi ala.
Recordé aquella noche, cuando atacaban el claro. Bolas de fuego arrasaban con los árboles, y una iba de pleno al corazón de Maya. Ambas teníamos la misma edad, ya que mis padres habían hecho a Maya parecer un poco más joven, éramos potrancas. Me interpuse entre la bola de fuego y el pecho de Maya, lo que me dio de pleno entre mi pequeña ala y mi pata larga y delgada.

Una lágrima invisible recorrió mi mejilla, mi suave y blanca mejilla.
-No soy tonta, lo recuerdo perfectamente, a pesar de mi falta de memoria.- Dije seria y firme.
-Qué buenos tiempos eran aquellos... -Dije cerrando mis ojos y sonriendo. Luego los abrí y continué seriamente. -Pero todo eso sucedió... ¿Por qué no dejaste que aquella bola de fuego acabase con mi vida...? ¿Por qué...?- Dije sin poder evitar que mis ojos se humedecieran.

-Si hubieras corrido... Te habrías salvado de esa herida... En aquel entonces no manejaba bien mi poder, por lo que sólo pude tocar tu herida llena de sangre carmesí y curarla, pero dejó esa cicatriz...- Dije con un tono tembloroso, pero proseguí con un tono firme y claro. -Por eso te he estado protegiendo desde entonces... También a Calisto... Y a Cane y Daemon. Todos son parte de mi memoria... Todos...

Proseguí dulcemente:
-Cali... Aquellos días en los cuales jugábamos juntos... Junto con Quirina y Zashee... Y Nadya... Tus padres me adoptaron y vivimos juntas desde pequeñas...

Miré hacia el cielo abriendo el techo de la cueva y dije dejando que varias lágrimas salieran nuevamente:
-Muchas penas... Pecados... Culpas...
-Por eso quería morir... -Susurré.