Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Lo miré tragando saliva, pero no pude hacer nada. Si se llevaban a mi mejor amigo, yo estaba rota, claro que sí, pero no hice nada para detenerlo. Me limité a contemplar con fijeza, con los ojos un tanto humedecidos.

- Espera -dije con la voz resquebrajada- no puedo irme así como así, Quirina... lo siento, sabes lo mucho que te quiero... -no sabía explicarlo.

- Ay, Cali, vamos... no tienes nada que perder con esto... vamos -susurró con ternura y no tuve opción qu seguirla.

Una voz en mi interior comenzó a reírse con satisfacción y quedé a medio paso del portal por el cual Quirina había ingresado.

"Maldito demonio, quieres quedarte con mi cuerpo" dije enfurecido, Quirina se volvió y tironió de mis crines para que avanzara.

"¿Qué te hace creer eso?" preguntó divertido.

- Quirina, ella no es real, su cuerpo es el mismo, pero su alma ya no está allí -respondí enojado y con el corazón, de repente, destrozado- ella no me obligaría airme a ningún lado, siempre quizo que yo fuera feliz a mi modo, no importaba donde, cuando mientras estuviéramos juntos, sabría que realmenteno quisiera dejar a mis amigos.

- Pero que inteligente -dijo Quirina, antes que Perina respondiera- pero, ¿sabes? no importa, vendrás con migo, de todas formas, no puedes decirme que no soy yo ¡sabes que lo soy! -exclamó, casi enfadada- vamos -ordenó, pero no la seguí, sin embargo Perisa controló mis patas y caí para no avanzar.

- ¡Malditas demonios! -grité y sacudí mis alas.

Era hora de actuar. Si moría, poco me importaba.

Pasé de águila a yegua. No podía leerle la mente a Calisto, pero sí a Quirina y muy levemente, a Perisa.

Me acerqué lo suficiente para quedar justo detrás de Calisto, al pie del portal.

-No-dije con una firmeza y seriedad que ni yo misma pude creerme.

Me quité a Quirina de en sima al ver a Nadya, algo en verla me hizo sentir feliz de alguna foma.

- Hora de jugar -le dije a mi mejor amiga, con una media sonrisa. Sin embargo al tratar de atacar a aquel que poseía el cuerpo de Quirina, no sólo Perisa me detuvo, sino que al verla no lograba atacarla, después de todo tenían el mismo aspecto- maldición -dije por lo bajo, luchando con mi propio cuerpo.

Esta presencia... No podía ser... No, no eran los hermanos de Nadya... Eran esos seres... Ellos... Comenzé a sudar mucho, mi respirasión de agitó y mi corazón latía más fuerte y rápido que nunca... Paré... ¿Acaso había algo más importante que ir hacia esa presencia? No dudé ni un solo instante, me transformé en Afrodita y me convertí luego en agua. Fui velozmente a través de las raíces de los árboles y arbustos.

Calisto... Estaba... Estaba... ¿Esa era...? No puede ser... Ella... Ella... Había muerto hace mucho tiempo... Mi única amiga en mis años de soledad... No era posible... ¿Quirina? No... No era posible... No podía ser Quirina... Ella había muerto... Había fallecido apenas cuando era una niña... No podía ser... No...
¿Quería llevarse a Calisto? ¿Quería llevárselo? ¿Al inframundo? ¿Era al inframundo? Sentí su presencia algo putrefacta, por lo que me imaginé que eso sería.

Provoqué que unas raices agarraran a Calisto y a Nadya para correrlos. Luego de que estuvieran lo suficientemente lejos, comenzé a lanzar desde el suelo, lanzas de agua congelada, es decir, de hielo.

-Realmente qué iba a hacer si te llevaban... Calisto... Son mi única familia... -Susurré

- No lo hará -dije con firmeza a Maya, aunque Perisa apenas me dejaba moverme. Miré a Quirina con pesar, pero enojo al mismo tiempo, sabía que no era ella.

- Puedes largarte, sucia alma vacía, si fueras Quirina ya estría en el inframundo con ella, pero tú... no eres ella, no eres la hermana que tanto amé, aquella que me dió su cariño hasta la muerte.

Me transformé en la dragona azul gigantesca, de ojos de un verde intenso y brillante.

Le lancé una llamarada de fuego al cuerpo de Quirina, pero al escuchar lo que dijo Calisto me quedé blanca. Corté el pensamiento a la mitad, con una lágrima corriéndome por mi mejilla, mientras quemaba a la falsa Quirina.

-Regresa por donde has venido-farfullé, lanzando llamas de un lindo color azul.

Logré controlar mi cuerpo.

- ¡Sometete o muere, Perisa! -grité decidido, mientras cornaba a Quirina y la empuejaba hacia el portal, hiriéndola en el vientre.

- Tú lárgate también -le exigí con los ojos brillándo con fuerza.

Ese cuerpo putrefacto se fue por el portal. Esa alma era otra alma en pena.
"Kaze no... Dale la paz eterna a esta alma en pena. Disuelve sus pecados, otrogándole sus recuerdos felices, y dandole la paz eterna..." Esa alma pudo descansar en paz.

-Hola, Calisto- Dije sonriendo. Salí del suelo, siendo Afrodita.- ¿Te acuerdas de mí, verdad?- Dije sonriendo.-¿Están bien, ambos?- pregunté preocupada...

Mayhem no me daba su apoyo.

"Lo siento. Yo sólo te apoyo siguiendo la profecía, no aquí"

"Está bien"-contesté, tumbándome en el suelo, sumamente débil. El luchar como dragona ya era un esfuerzo, el vivir con recuerdos; otro más, y el estar triste...me acabó por completo.

Mi cuerpo de dragona cayó rodando al suelo, azotando en la tierra, mientras yo gemía de dolor. Algo en mí me dolía, y no supe el qué.

Ví a Nadya gemiendo de dolor. Me acerqué a ella una lágrima recorrió mi mejilla...
-Nadya... Come esta planta especial... Puede que el dolor desaparezca un poco...- Dije preocupada. Después de todo ella era... ella.
-Tú también deberías de comer un poco Calisto... Recuperarás energías- Le dije sonriendo amablemente.

Mastiqué la hierba y me la tragué; para localizar el dolor. Me ardía horrores la pata.

Estaba aún en forma de dragona, por lo que giré mis garras hacia mí. Había una llaga que la cruzaba de punta a punta, sangrando litros y más litros de sangre. Quize volver a equina, pero Mayhem me lo impidió.

"Si como estás ahora es una herida enorme, imagínate en la otra forma. Yo te mantendré así"-explicó mi diamante. Asentí con la cabeza y con el ceño fruncido, sufriendo en silencio.

Caí al piso de rodillas, al menos Perisa no sería problema. Me levanté jadeando, aquella me había costado horrores controlarla.

- Gracias Maya... Nady... -la cabeza me daba vueltas, pero seguía de pié, me tranquilicé y tomé aire- Nady, lo siento tanto... .dije triste, al ver sus heridas- dime que puedes hacer algo -le rogué a Maya, yo ya no tenía fuerzas para pensar o para entregarle a mi amiga. Pero sí lo suficiente como para alzar el vuelo y desaparecer, con dificultad, a poca altura.

- Lo siento mucho... -dije como despidiéndome. No quería ver ufrir a mis amigos, tal vez sería mejor si Perisa ya muriera, de esa forma eto no hubiera ocurrido.

-No-dije con la garganta lastimada, en tono ronco. No había arriesgado mi pellejo para después perderlo. Claro que no.

Me incorporé con bastante dificultad, pero no me importó. Abrí mis alas entumidas, doliéndome, pero tampoco me importó. Alzé el vuelo y lo seguí.

-Cali!-grité con voz extremadamente ronca y grave.

-Vuelve-pedí, con el mismo tono ronco y entrecortado.

-Calisto, puedo curarla... Pero no te vayas a cambio- Dije con firmeza. -Ella te necesita, me refiero a Nadya... Eres su mejor amigo... Y yo no podría ocupar tu lugar.

Otra lágrima cayó. Una flor hermosa creció. Era la flor del Limbo.
-Nadya, come la flor, es la Flor del Limbo. Puede curar cualquier dolor , herida, etc.- Luego de terminar mi frase, me convertí en Maya. -Creo que... Estoy demasiado cansada... No descansé... Lo su.. Ficien...- No pude terminar mi frase pero alzé vuelo y fui a por Calisto.

Escuché de lejos la voz de Maya que me pedía que comiera no se qué rayos de cosa, pero no la escuché. Iba ya lejos, siguiendo a Calisto, derramando gotas enormes de sangre en el suelo a medida que avanzaba en el aire.

Ví que Nadya iba detrás de mí. Grité que no se esforzara, que no lo hiciera, ella podía morir desangrada.

Me transformé en Maye y utilizé el elemento de Hierro. Hize un tipo de "jaula" pero sin encerrar a Calisto, sólo para detenerle. Dicho y echo, le dije:

-Calisto... Tú eres alguien muy importante para Nadya... No puedes irte... Mira ¿Puedes verle a lo lejos? Está volando, derramando gotas enormes de sangre... Puede morir desangrada. No te vayas... Eres... Su única familia aunque yo...- No lo pensé, pero sí se lo susurré a un tono casi silencioso en la oreja de Calisto. -Aunque yo soy su hermana mayor...- -Ni se te ocurra decírselo...

- No pensaba irme y no volver... -dije casi en un susurro ¿cómo podía avandonarla? quería demasiado a mis amigs como para irme, sólo necesitaba un tiempo a solas, para pensar.

Me sorprendí ante la confesión de Maye. Y volé con todas mis fuerzas hacia donde estaba Nadya, la bracé, sollozando.

- Tonta... ¿acaso crees que sería capaz de dejarte así como así? -.

Le dirigí una sonrisa y lo abracé con mi pata, la que no estaba sangrando.

-Me asustaste-comenté con voz ronca y una lágrima en mi mejilla.

- Tonta... -repetí con un nudo en la garganta, pasé por debajo de su cuello para sostenerla y la rodeé con mi ala- vamos, necesitas descanzar... Maye -la llamé- vamos.... y gracias.

-Puedo volver por mi cuenta. Mi diamante me ayuda a mantenerme en forma de dragona, y mis alas son lo suficientemente fuertes-guiñé un ojo.-de todas maneras, te sigo, no me siento muy bien-me quejé.

Una lágrima recorrió mi rostro. Mientras ellos se iban, silenciosamente deshice la "jaula" de hierro y fui bajando hacia el suelo. Luego antes de llegar allí grité: De Nada... Calisto, Nadya... Una vez allí hize un túnel debajo de la tierra. Me metí por él, ocultando permanentemente mi presencia y cerrando el agujero por el cual entré. Puse una barrera mágica para que Mayhem no me encontrara junto con Aphaia.

Esto es lo mejor... Yo les estoy causando los problemas... Yo soy la única que debe irse... De echo... Quisiera conseguir la... "Paz eterna...". Seguí caminando por el túnel que iba haciendo a medida que avanzaba, procurando no llegar en donde está el magma ~lava~.

- Está bien... -dije poco convencido, me quedé cerca por si acaso mientras caminaba de regreso al claro- supongo que fue mi culpa también, deví aclarar las cosas antes de irme... lo siento.

-Maya tiene una mentalidad muy rara-comenté-se encerró bajo tierra, pero tengo la sensación de que estará bien-confiaba en ella y en su poder que llevaba dentro.

Mi pata seguía goteando sangre, pero ya con menos frecuencia, lo que me alegró bastante. Me sentía mejor, tanto física como mentalmente; por lo cual sonreí de oreja a oreja.

Suspiré algo cansado, ambos teníamos que reponer furzas, y quería confiar en Maya también, pero me preocupaba un poco, al no conocela tan bien.

- Que día... -recordé a mi falsa hermana y volví a suspirar, algo entristecido.