Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Lo miré con ojos tristes en cuanto leí su mente.

-Cuéntamelo-susurré. No quería perderlo, y él no me iba a perder a mí.

Estaba tan débil que no me dí cuenta que mi escudo se había destruido casi por completo, por loq ue ocultar mis memorias era sencillo, pero no mis pensamientos.

Mi mirada se apagó y se me hizo un nudo en la garganta, no estaba seguro, realmente me daba rabia todo eso, pero no tenía muhas otras alternativas.

- Poco antes de nacer, mi madre fue poseída por una especie de demonio, aquel que sólo conocía el dolor y traía dusfrimiento. Todos pensaron que yo no iba a lograr vivir, por lo que intentaron matar a mi madre pero ella no lo permitió hasta que yo llegué a la vida. El demonio ya no se encontraba en su cuerpo marchito, al aprecer, había muerto junto a ella. Todos cambiaron de idea cuando me vieron, ¿alguna ves habías visto un unicornio de semejante tamaño, de tan oscuro pelaje, de tan sangrientos ojos?, ellos no, y en seguida se dieron cuenta de que aquella criatura endemoniada yacía ahora en el interior de mi cuerpo...

Mi padre, líder de la manada, no dejó que me mataran, aunque eso no detuvo a muchos a intentarlo, menos después de que trabé amistad con esta bestia, la que acaba de aparecer, ella no fue la que atacó a la manada... ¿recuerdas cuándo lo mensioné? ella se había aprobechado de mí para herir a mi familia y amigos... pues fui yo quien terminó por matar casi a muchos de ellos... había ocurrido exactamente lo mismo que hace unos momentos y hasta donde sé, soy el culpable de la muerte de mi padre, del único que aún sentía algo de cariño hacia mí... -al final, dejé caer algunas lágrimas, despues de todo me sentía terrible, un completo mounstro- no quería que esto volviera a ocurrir... pero... -no pude hablar más.

Era obvio. ¿Era yo tan estúpida? Al parecer sí.

-Mi mejor amigo es un demonio-susurré algo irónica, y me tumbé junto a él. No era que no me asustara, pero por lo menos el ver que podría lidiar con él me calmó un poco.

-No pasa nada...estoy segura de que encontraremos remedio a eso-dije, dándole toquecitos con el morro en el cuello.

Reuní como pude fuerzas y la abracé con el cuello.

- Tenía miedo... -admití con verguenza- de terminar convirtiéndome en esa asquerosa bestia otra vez, pero no podía hacer nada... -tragué saliva- pero, lo peor de todo, fue el saber que te estaba hiriendo, que podría haverte matado con tan sólo un poco más de energía... -un escalofrío recorrió mi debilitado cuerpo, noté como las alas se extendían aún a cada uno de mis lados- no quería perderte, de alguna u otra forma, era lo que menos quería.

Algo se acercaba, esta vez estab demasiado cerca y se me pusieron los nervios de punta..

-No soy tan fácil de matar, como pudiste haber visto. Igual y para la próxima vez...-"muy bien Nadya, cierra la bocota o se va a enojar de verdad" pensé. Lo que menos quería era recordarle eso.

Mi cuerpo reaccionó primero que mi mente ante el ser nebuloso que se hizo ver.

-Tu escudo-dije con los dientes apretados. Quizá le costara expandirlo, o mínimo cubrirse él, pero con su alma limpia le costaría menos trabajo.

Me acomodé sobre mi vientre, como para estar algo más cómodo si al menos no podía ponerme de pié.

Hice mi mayor esfuerzo y logré cubrirme de a poco, luego a Nadya y Maya... lograba mantenerlo, con bastante concentración, pero lo había logrado.

- Lo tengo... -dije casi con un poco de orgullo.

-Muy bien-dije con una sonrisa de oreja a oreja, cambiando a la misma leona gigante, despiadada, con patas de acero y cola de látigo.

Me di la vuelta. Protegida gracias a Calisto, no me daba miedo enfrentarme a lo que se comenzaba a materializar ya...

-Qué haces aquí-espeté.

Aquella criatura ya no me resultaba tan familiar, no lograba reconocerlo, ¿no era ella, entonces? no me desconcentré en mantener mi escudo.

Por alguna razón, comenzaba asentirme más fuerte, las heridas ya no ardían, sin embargo el temor seguía presente en todo mi ser.

- ¿Qué es eso? -dije casi en un susurro.

Al parecer estaba asustada, el estar bajo el control de mis hermanos la había sosegado un poco.

-Advertirles-dijo con una voz sepulcral. El temor se alejó poco a poco de mí, y sentí incluso compasión por el martirio que reflejaban sus ojos.

-¿Sobre qué?-pregunté más fresca.

-Dos corceles negros como la noche, fríos como el alba. Dominan y arrasa con todo ser viviente que vean a su paso-hablaba muy seria y segura de sí misma.

-Son mis hermanos. ¿Tienes más información?-

Soltó un grito ahogado, como desesperada y asustada.

-¿Dije algo malo?-

-Tú...sólo tú...tú y tres acompañantes...un ser endemoniado que no logrará someterse, y otro ser de doble forma-eso era sumamente parecido a una profecía o una visión.

-¿Eres vidente?-inquirí con cierto grado de sorpresa.

-Los muertos sabemos más de lo que quisiéramos saber-dijo con la misma voz helada.-La profecía está a punto de cumplirse-afirmó y desapareció.

Sobre cuál profecía quedaba mucho más que claro, la que acababa de relatarme Maya. Tragué saliva y la seguridad que había presentado anteriormente se esfumó, volviendo a mi forma equina. Seguía de pie, gracias al cielo, incapaz de reaccionar.

De alguna forma que nadie lograría explicar, seguramente, me paré y caminé. Estaba algo así como acostumbrado a apariciones tan siniestras como las de hace un momento.

Me puse junto a Nadye y la toqué con el hocico.

- ¿Estás bien? -pregunté algo preocupado. Pude sentir como mi escudo tomó una enorme flexibilidda y podía cubrir un gran perímetro, pero ¿tan de repente? Algo extrño estaba sucediendo, cada momento sólo era más y más extraño.

¿Que si estaba bien? Físicamente, sí, pero dentro de mí había algo luchando por salir y no sabía realmente el qué.

No pude contestarle por más que quize. No estaba muda, simplemente el saber que mis hermanos seguían ahí, rondando por la esquina, vigilándome...me dejó clavada.

Quería que Calisto lo supiera, pero el silencio fue suficiente como para explicarme.

Suspiré con pesar, pero me paré firme y le di un suave empujoncito.

- No te preocupes -le guiñé un ojo- todo va a estar bien, ya verás como todo se soluciona -afirmé, tan seguro de mis palabras- lo prometo -agregué al fin, con total sinceridad- ¿de a cuerdo? te lo prometo Nady -sonreí como pude.

Mis heridas estaban sanando muy rápido, eso me sorprendió al igual que las alas que no desaparecían. No sentía nada que estuviera mal, o fuera peligroso.

Asentí con la cabeza y me recliné junto a él. Tenía sueño, bastante, y el sol ya se iba ocultando entre las nubes, pintando todo de nuevos y ricos colores.

-Busquemos un lugar para dormir-fue lo único que pude decir, sin moverme. Estaba muy cómoda junto a él, bien fuera el escudo o bien fuera no sé qué rayos; pero aún así me obligué a mí misma a retirar mi cuello y a ponerme de pie, algo entumida.

- Vamos -dije sumiso y le di un toquecito con el hocico.

Divicé un lugar, no muy lejos, pero no lo suficiente, fuera de la oscuridad del bosque, cerca del lago, bajo la protección de la luna.

Asentí de nuevo con la cabeza y me dirigí con un trote alegre a ese lugar. La luna le daba un toque mágico, además de ser luna llena. La luz plateada se reflejaba a la perfección en el lago en perfecta calma. Un paisaje realmente digno de ser contemplado.

Todo estaba muy tranquilo...tan tranquilo que caí dormida en seguida.

Reí por lo bajo, casi para mí mismo y me recosté junto a Nadya, se le notaba el cansancio, sin embargo no podría mantenerme mucho tiempo despierto para vijilar, seguía nervioso. Luego de un buen rato caí dormido también.

Me despertó el alegre canto de un ruiseñor. Después otro que le respondía, y poco a poco fue desperando todo el bosque. Estábamos en medio del claro, por lo que quizá Maya no nos encontrara, pero le resté importancia. Quería disfrutar esa tranquilidad que se respiraba cerca del lago...una tranquilidad que no encontraría en otro lugar.

El sol se fue asomando poco a poco, pintando las nubes de tonos lila y rosados. Después hizo su aparición completa, casi cegándome debido al resplandor, pero cerré los ojos a tiempo y me giré.

-Buenos días, Cali-saludé con una sonrisa.

Luego de tantos líos, esa noche de sueño había sifo un gran placer.

- Buenos días, Nady -respondí con una ancha sonrisa cansada.

Me paré y me sacudí, luego me acerqué al lago a beber agua. Todo estaba tan tranquilo, que estaba a punto de preguntar si no era un sueño.

No pensé en otra cosa, no quería recordar nada del día anterior.

También me acerqué a beber, trotando alegremente. Bueno, no tanto, me había dormido del lado de la pata abierta y ahora dolía horrores, por lo que aminoré la velocidad y me limité a caminar al paso hacia el lago.

Cuando llegué, me introduje toda para darme un baño. La sangre acumulada alrededor de mi lomo y mis patas se disolvió entre el agua, dejándome limpia y reluciente. Cambié de forma a un pez ángel, de movimientos graciosos y saludé a Cali desde el agua con una sonrisa.

Me sobresalté y luego reí, con entusiasmo y verdadera alegría. Me metí de un salto al agua, notando que mis heridas estaban completamente sanadas y resguardando como pude mis nuevas alas, que pesaban horrires al mojarlas.

Se le veía mucho más feliz. Suspiré y mantuve mis pensamientos en eso, pensamientos. No quería expresar lo que iba a decir en palabras, pero tuve que hacerlo.

-Cali...-hablé en el agua.-Si vuelve a suceder lo que pasó ayer, ¿crees que serías consciente de tus actos?-pregunte con cuidado de no herirlo ni lastimarlo.

Me acerqué a la orilla con algo de dificultad por el peso de las plumas mojadas, me quedé allí pensando un poco y finalmente contesté.

- Ciertamente, no lo sé -dije con pesar- pero ten por seguro que, de alguna forma u otra, no me permitiré latimarte de nuevo, ni a tí ni a nadie que no sea el enemigo... antes muerto -agregué con seriedad- pero si soy sincero... no puedo prometer mucho -mire a mi amiga- si llegará a ser que estoy fuera de control, no dudes en pararme -le pedí, seguro de mis palabras- por favor, Nady, no importa lo que pase, no permitas que alguien salga herido o muerto por mi causa... -"mátame si es necesario", estab a punto de agegar pero me guardé ese pensamiento, puesto que al pensarlo bien, podría hacerla enfadar.

-No lo permitiré-prometí con la solemnidad necesaria para sonar creíble.-Me dio miedo matarte ayer por temor a matarte a tí...ahora que sé la historia sólo intentaré detenerte-guiñé un ojo. Ya no me esforzaría en matarlo, ya que así sólo mataría también a mi mejor amigo.

Allí estaba yo esperando ese ser maligno. Calisto y Nadya se habían ido, por lo que decidí ir tras ellos. Seguramente el escudo de tierra que le habia puesto a Calisto se debilitaba poco a poco.

.Luego de un rato.

Habìa pasado toda la noche buscándolos, hasta que los encontré.
-¡Calisto, Nadya! ¿Están bien? El escudo que te puse debe de estar roto, Calisto, espera que te lo pongo de nuevo- Me acerqué a Calisto, le puse el escudo y dije con una sonrisa: -Menos mal que están b... - No pude terminar mi frase; al estar tanto tiempo despierta, no pude mantenerme conciente, osea, caì inconciente en el suelo. Me transformé nuevamente, me convertí en Maya por el agotamiento.

Mi espíritu se estaba desvaneciendo. Maye me llamó constantemente pero no reaccionaba.

- Gracias -respondí a mi mejor amiga, con una cálida sonrisa- espero que no tengas que llegar a ese punto, jeje -bromeé y salí dela gua para saudirme un poco- a ver si aprendo a usar las alas, ya que las tengo -miré de reojo a Nadya- ¿qué tal si me enseñas? -pregunté con entusiasmo.