Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Sacudí la cabeza y me lancé en picada, primero guacamaya, después águila para tomar velocidad, y entré siendo un pez vela. Me encantaba cambiar formas, de hecho.

-Te gusta el agua, ¿cierto?-

- ¿Tú crees? -dije riéndome con verdadera felicidad, aquello era tan divertido, que no recordaba ese tipo de momentos en mi pasado. Incluso noté unas lágrimas caer de mi ojos, pero no era de tristeza, todo lo contrario, y no podía creerlo.

Me sambullí para escnderlas y usé las alas como aletas para llegar a la orilla.

Suspiré.

-Sí, lo creo-me alegraba el verlo tan feliz...se supondría que yo también tenía que gozar de la vida mientras fuera así de alegre, pero el constante recuerdo de verlo en su forma demoníaca me tumbaba el ánimo por los suelos cada dos por tres. Intenté sonreír y me hundí más en el agua, a ver si de paso veía una pluma de Maya, pero realmente no estaba en mi modo buscador; por lo que salí a la superficie a los cinco minutos.

Me asomé a la orilla y salí en mi forma equina de nuevo.

Me sacudí junto a Nadya para mojarla a propósito, aún reía un poco y suspiré, alejándome lentamente del agua.

- Creo que nunca me reí tanto -comenté hechándome en el pasto.

Me incliné, pues aún estaba cerca del lago, y haciendo hueco con mi ala le lancé un chorro de agua directo a la cara; para después pasar trotando alegremente a su lado.

-De eso ya me he dado cuenta-comenté, y también me tumbé en el pasto, algo distanciada para que Maya no pensara después otras cosas.

Creo que tanta diverción me había cansado puesto que me sentía algo dormido, auqneu no estaba seguro, creo que comencé a soñar... en seguida aquelo se transaformó en una pesadilla de la que no podía salir, todos los que quería estaba muertos y bañando en sangre junto a ellos había un horrible demonio, mi propio yo, en que aguardaba en mi interior.

Abrí los ojos de golpe, sin moverme, había sido sólo un instante, no sólo un sueño sino un recuerdo. Ladeé la cabeza y miré al cielo, pensando en cualquier otra cosa, cerrando los ojos con fuerza.

Yo me quedé despierta, ya que era pleno mediodía; por lo que opté por recuperar fuerzas perdidas cambiando formas pastando tranquilamente, sumida en mis pensamientos.

Me sacó de mi cabeza al ver a Calisto incorporarse de repente.

-¿Estás bien?-corrí a su lado. En sus ojos se veía agonía, pero su cuerpo estaba bien.

- Estoy bien -mentí con indiferencia. No quería hacerla preocupar, además, el pasado era el pasado, no quería meterme de nuevo en aquellos recuerdos. Suspiré y miré a mi amiga- un mal sueño, eso es todo -traté de sonreír.

-Hum-lo abracé con el cuello.-No pasa nada-eso iba también para mí.

-¿Carreras?-pregunté, para distraerlo un poco.

Me paré de un salto y miré de rojo, divertido.

- A ver hasta dónde llega tu paciencia -bromeé- que he perdido práctica -comencé con mis escusas.

-Ya-insistí, golpeando con fuerza el suelo.-Créeme que no soy nada paciente-

- Muy bien -resté importancia al recuerdo anterior- en sus marcas, listos, ¡YA! -partí impulsándome con las patas traseras, estirándome todo lo que pude y moviendome con agilidad, aún así mantuve un galope tendido no muy acelerado, me sentía un poco cansado. Aceleraba de a ratos.

- ¿Hasta dónde? -prgeunté mirando a Nadya

-Hum...¿aquel pino?-señalé con el morro a un pino a un par de kilómetros, dos kilómetros, para ser exactos.

Me mantuve perfectamente a su altura; ya que conservaba la velocidad de un guepardo y la resistencia de una gacela.

- Muy bien -contesté jadeando y aceleré nuevamente para perder velocidad casi llegando.

Le di un empujón con el hocico para llegar los dos al mismo tiempo.

Llegué al pino y me tumbé, algo cansada por la carrera; pero sonriendo al fin y al cabo. Al fin había logrado aclarar mis ideas, y decidí disfrutar tanto tiempo como me fuera posible.

Frené en seco y me tumbé a su lado... estaba más cansado de lo que debía, al menos eso creía. Miré al cielo y me puse pensativo.

- ¿Qué es lo que va a pasar? -pregunté, casi a mí mismo en un leve susurro

-No te preocupes. Encontraremos una solución a "eso"...además, te creo lo suficientemente fuerte como para tener el dominio de tí mismo en la "otra" forma-hablé con el corazón en la mano y total sinceridad, reflejada en mis ojos azul intenso.

- Aún así, no olvides tu promesa... -comenté mientras sentía que me ba apagando, como si alguien apagara un interruptor dentro de mí, y me forzara a mantener algo de esperanza en el futuro.

-Nunca la olvidaré-dije guiñando un ojo.

-Ahora, descansa-le di unos toquecitos con el morro en el cuello para que se durmiera un rato.

Fue fácil obedecer a eso, mis ojos se cerraron con total naturalidad mientras mi alma se alejaba de mi cuerpo en un sueño profundo. Creo que hice algunos ruidos, tal vez ronqué un poco, pasaba seguido cuando me dormía de esa forma.

Me reí al escucharlo roncar, pero me quedé sumida en mis pensamientos. Si insistía con el tema, tanto él o yo, intentaría hacerlo cambiar de tema preguntándole por su escudo.

¿Qué había pasado? Quedé inconsiente? Era de noche. Ví a Nadya y Calisto dormir juntos; "Son muy cercanos" pensamos Maye y yo a la vez. Me recosté a su lado y comenzé a dormir. Dejando que mi alma saliera de mi cuerpo.

Comencé a caminar por oscuro lugar, sin árboles o montañas, ni cielo ni tierra, completamente negro. El único brillo que se notaba eran mis ojos carmesí, brillando en esa tenebrosa noche sin estrellas o luna, y alguien se escuchaba a lo lejos, llamándome. ¿Quién era? apenas lograba reconocer esa voz, no podía recordar con exactitud quién era, pero definitivamente lo sabía. Se hizo más y más cercana, al punto de que creí tenerla frente a mí.

Entonces puede ver al demonio, a la criatura que se encontraba en mi interior, luchando por mantenerse con vida dentro de mi cuerpo.

De sus largos y afilados colmillos se veía chorrear una sangre que brillaba como los ojos negros de aquel mountruo, que resaltaban en su piel blanca pero opaca y apagada, casi putrefacta. Aún así, algo en esa bestia era extraño incluso daba pena, tanto que no pude evitar derramar algunas lágrimas. Podía ver su sufrimiento en su mirada, el dolor de su cuerpo y espíritu impuros. Su único deseo de permanecer de pié para tomar venganza sobre aquello que le arrebató la poca vida que le quedaba... gritó, lo hizo tan fuerte que aturdió mis oídos y me hirió en lo más prfundo, puesto que era una llamada de auxilio, rogando piedad, esperando que acabara el sufrimiento... no entendía porque, pero le tenía pena a esa cosa. Apenas desapareció en la oscuridad, abrí los ojos.

Miré a mi alrededor con alivio y recosté la cabeza en el pasto, nervioso.

Las estrellas brillaban ya sobre el firmamento, por lo que al poco rato también quedé dormida. Vi a Calisto levantar la cabeza, pero ya estaba más dormida que despierta; por lo que no vi la angustia en sus ojos.

-Duérmete...-susurré adormilada, y el sueño me venció; durmiéndome

La dejé descanzar. Ví a Maya durmiendo también junto, me paré con cuidado y me alejé despacio, contemplando el cielo una y otra vez... ¿acaso ese mismo demonio era Perisa? o, ¿naa tenía que ver el uno con el otro? sea cual sea el caso, dejé que esos pensamientos se esfumaran y comencé a practicar con mi escudo, quería expandirlo tanto como fuera posible, acerlo más fuerte y resistente.