Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Estuve lo bastante lejos luego de unos 30 minutos de caminata, me había dentrado en el bosque. Seguía un poco mojado, por lo que extendí las alas y me sacudí.

Me tumbé el la hierva húmeda y comencé a tararear una dulce melodía, tan tranquila y acogedora que me relajó por completo y dejó mi mente en blanco, re la canción de mi hermana.

Me acerqué a Calisto.
-Cali...no te voy a decir que me gusta verte así, porque la verdad es que...todos pasamos por ratos difíciles...-intenté consolarlo, pero supe que no iba a servir de nada. Lo más que pude hacer fue acercarme, transformarme en equina (las cicatrices me cubrian todo el cuerpo, pero no me importo mucho) y lo abrace con el cuello con todas mis fuerzas.

Eran tan unidos, parecían hermano y hermana. Comenzé a cantar debajo del agua esa bella canción que me cantaba Quirina... Que bella era, relajaba todo tu cuerpo y dejaba tu mente en blanco.

Me transformé en Maye y alzé vuelo.

Me tranquilizó un poco más el saber que contaba con Nady y Maya, que realmente eran mis amigas. Sin embargo siempre iba aquedar esa cicatríz en mi corazón.

- Gracias... a ti y a Maya -dije mirando hacia el agua- se que estás por ahi... -suspiré y cerré los ojos, cayendo en un profundo sueño.

Sonreí al verlo descansar, por lo menos de alguna manera.
Me alejé un poco a cazar algo de comida. Localicé una manada de alces, los cuales rosticé en un santiamén, para después zamparme a toda la manada.
Vi una pluma. Mayhem me indicó que era una pluma auténtica, por lo que la guardó en su interior. Volé de regreso con Cali y Maya.
-Maya, fui a cazar para desayunar y encontré una pluma. ¿Mayhem?-pedí.
Ella se la dio a Maya. La pluma se acercó lentamente a través del viento y se quedó flotando a pocos centímetros cerca de los ojos de Maya. Sonreí.
-Quizá tenga el recuerdo que buscamos...-sugerí, mirando hacia otra parte con aire de total inocencia.

Su poder espiritual era mayor. Tal vez le hizo más fuerte, Aphaia. Salí del agua en una burbuja de agua.

-Está exhausto... Demasiadas emociones a la vez... Demasiada conmoción a la vez... Esas emociones provocaron un gran cansansio en Calisto- Dije dirigiendo mi mirada hacia Calisto y sonriendo.

Me convertí en Maya. Combiné el blanco pelaje de Maya con las alas y cuerno de Maye. Esta fusión provocó una unicorna alada blanja, con crines plateadas, como la luna, con mechones de pelo dorados. La mancha en forma de rosario dorada, y un tipo de "adorno" en mi grupa en forma de flores elegantes.

Dejé que Calisto cayera arriba de una de mis alas. Me acerqué a él y le abracé con mis cálidas alas.
Aphaia; guarda la pluma que está enfrente nuestro. Indiqué a mi cristal de Luna.
-No tiene el recuerdo que buscamos...- Dije sinceramente.

Yo simplemente seguía en un sueño, extraño pero bello, todos estaban allí, y no había tal mnaldad que me separara de mis padres, de i hermana, de mis amigos...

Estaba exhausto. Durmió bastante, tanto que ya estaba durmiéndome. Puse un escudo en Calisto y cerré mis ojos, hasta que me dormí.

Mis padres desaparecieron, mis amigos se desvanecieron, ´solo quedamos Quirina y yo, una sombre presente, pero desconocida nos acompañaba. De allí, una critura nos hablaba, susurraba palabras amontonadas e incomprendible; todo se oscureció y sólo oí el grito de dolor de mi hermana, sangre y un fuerte dolor en el pecho, muy creca de mi corazón. Desperté ya tarde, totalmente exaltado, sudado, nervioso... asuatado.

Desperté. Ví a Calisto todo sudado y exaltado.
-Calma... ¿Qué pasó...?- Pregunté con una voz tranquilizadora.

Negué con la cabeza, mirando a Maya.

- Nada... -murmuré, jadeando- un mal sueño -cerré los ojos con fuerza y soltó un leve gemido de dolor, mientras sentía que me apuñalaban en el pecho, como en mi sueño.

Me preocupaba Calisto. Seguramente soñó cosas sobre su hermana... Pero feas, no lindas...
-Bueno... Ten calma... -Dije sonriendo. Le abracé nuevamente con mis alas para que estuviera más tranquilo.

No podía moverme, se me paralizó el cuerpo a causa de aquella puntada, ¿por qué ese dolor era tan familiar?

Hize que creciera una hierba especial de mis lágrimas.
-Cómela... Te lo recomiendo... Es una hierba medicinal que cura cualquier dolor, herida, etc...- Dije amablemente.

- Estoy bien -dije con voz ronca, aún sin moverme, setnía que me arrancarían el corazón el cualquier momento. Pude moverme sólo para retorcerme del dolor- Maya... -gemí- akéjate -dije con dificultad en un susurro.

¿Alejarme? ¿Por qué? No comprendí el porqué de ese "aléjate" pero confié en Calisto y me alejé.

Sentía mi cuerpo cambiar, era obvio, por eso Maya devía aljarse, Perisa había encontrado cómo atacrme desde adentro, mentalmente, haciendo el dolor real, físico.

Al igual que yo, ese demonio crecía, aprendía y se hacía más fuerte, íbamos a la par.

- No... no lo... harás -dije con dificultad- maldita... -grité- ¡basta!

Me preocupé. ¿La demonio que tenía dentro de él estaba tratando de tomar control sobre su cuerpo? Me acerqué y abracé con el cuello a Calisto.
-Debes tranquilizarte... Calma tu propia mente... Así tomarás control sobre tu propio cuerpo- Susurré en su oreja. Mientras le decía eso, trataba de tranquilizar el demonio que llevaba dentro. No era tan fácil... Era un demonio de un nivel medio del inframundo. Iba purificando su alma lentamente.

Me angustié al ver a Calisto así. Su dolor me dolía, pero intenté disimularlo y me acerqué a él, volando por encima.
-Sé que puedes dominarlo. Confío en tí-susurré, con una voz dulce y melódica. Esperaba que ayudara; pero en caso de que no fuera así, me elevé a una altura mayor en forma de dragona.

La imagen de Quirina y Zashee aparecieron frente a mí, mientras me desvanecía y Perisa tomaba mi cuerpo y alma. Estiré mis alas, heché a volar y desaparecí entre las nubes tormentosas que enegrcieron el cielo.

Salí volando, fusionada entre Maya y Maye.
-¡Calisto! ¡Espera! -Dije con una voz dulce amable. No quería herirle, pero qué podía hacer... ~Aphaia, dile a Mayhem que necesito la ayuda de Nadya y ella...~-"Entendido"

Fuí detrás de Calisto. Estaba cambiando de forma. Ví el alma de Quirina y de Zashee. Querían ayudar a Calisto... Yo me transformé en Kazeno y fuí al lado de Calisto, vigilando.

Me levanté con pesar, siguiendo a Calisto encima de él, sin que se diera cuenta.
-Maya, ya sé que necesitan de nosotras...lamentablemente, cuando Perisa está dominando, rara vez recuerda algo-lamenté, sin evitar que una lagrima corriera por mi mejilla

"Las yeguas estaban siguiéndome... siguiéndonos, tenía que alejarme más, serían sólo un estorvo, tomé impulso del mismo aire y volé más y más rápido camuflándonos con las negras nubes"

No sabía que ocurría, em sentía extrañom mareado, perdido, totalmente en blanco, sobretodo dévil y destrozado... unas voces me llamaban a lo lejos, pero no lograba alcanzarlas.

Cali... Te tuvo que pasar a vos... No pude evitar que una lágrima recorriera mi suave y blanca mejilla.

Avanzé más rápido que el sonido. Formé una red de aire, atrapando a Calisto. No quería lastimarle, lo único que podía hacer era eso.
"Nady... Por favor, ayudame, rápido... Sos la única que puede hacerle reaccionar..." pensé

No podía, no podía y no podía era el único pensamiento que rodaba por mi mente. Sin embargo, confié en Maya y me acerqué.
-Cali...Perisa te está engañando. Puedes someterla, sé que puedes hacerlo...-se me quebró la voz y no pude seguir, lo único que pude hacer fue abrazarlo fuertemente con mi ala derecha, para después alejarme con la izquierda.
-No puedo, Maya, no puedo-sollozé.