Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

Sentí que se iba, pues estaba apoyada en él, pero estaba tan cansada y con tanto sueño que nada pude hacer; excepto el sentir una oleada de energía cada vez que lograba extender su escudo hasta donde yo estaba.

No soñé con nada esa vez, a excepción de un amplio claro, con un río en lugar de un arroyo. Una voz me llamaba, pero no supe de quién era ni a quién pertenecía.

Abrí los ojos recién comenzada la mañana, buscando a Calisto con la mirada.

-Buen día Cali-saludé, estirándome.

- Buen... día... -saludé algo cansado. Pasé toda la noche perfeccionando mi escudo, y había coseguido un gran progreso, sin mensionar que manteniéndome ocupado no necesitaba pensar en otra cosa, menos en el sueño de anoche.

Me sacudí y me estiré un poco, mojé el hocico en el lago y me acerqué a Nadya.

-¿Sucede algo?-obviamente no podía hurgar en su mente para ver la causa de su somnolencia. Me acerqué a él también, para hacerme oír un poco más clara.

- Lo de siempre -bromeé con los ojos un poco pesados- algunos sueños incómodes -traté de hacerlo sonar gracioso, auqnue obviamente no salió. Me tumbé en el pasto, sin apoyar la cabeza, sabías que me dormiría si lo hacia.

-Hum...-fue lo único que pude decir. Parecería una entrometida si preguntaba el qué de sus pesadillas; por lo que callé y me limité a pastar cerca de él. Mi pata estaba sin duda mucho mejor, con las cicatrices aún visibles. No podía verme el lomo, pero lo sentía más fresco aunque algo pesado.

Miraba las nubes pasar, bajé la cabeza y de repente algo sonó, algo que me dió en la frente e hizo un seco ruido... levanté la cabeza y comencé a reir, de tanto sueño le di un cabesazo al suelo, mi Dios. Me paré y paste junto a Nadya.

- ¿Qué son para tí los sueños? y, ¿las pesadillas... ? -.

-Depende...si los sueños son muy vívidos, los considero casi presagio...si son tontos, los considero simplemente conjeturas de mi mente-dije entre risas.-Las pesadillas, cosas en las que nunca queremos pensar y salen a flote mientras no estamos en guardia-dije un poco más seria.-Por cierto, ¿a qué viene la pregunta?-continué comiendo.

- Curiosidad, más que nada... quería saber lo de las pesadillas de hecho, esta de recién casi no lo era, más bien parecía algo distinto, era realmente extraño, era parecido a una ilusión que a otra cosa, pero era... real, es decir, así se sentía...

Me levanté. Ví a Calisto y a Nadya hablando. No me pareció extraño; seguramente había tenido un sueño incómodo. Dejé eso de lado y mientras me acercaba hacia Calisto y Nadya, estaba pensando de la posibilidad de si era vidente o no. Soñé dos cosas: Dos caballos mataban a Nadya, le arrebataban su alma y a Calisto, se arriesgaba para salvar al demonio que tenía dentro.

¿Qué me pasaba? No podía ser! No era vidente... Y si era algo que podía llegar a ocurrir... Comenzé a sudar mucho. No lo presté atención y cuando finalmente estuve cerca de Calisto y Nadya:

-Hola- Dije sonriendo. Ví a Calisto agotado. Estuvo practicando toda la noche con su escudo...

¡¿Qué era esta precensia!?... Tenía la precensia de un zorro mágico, pero estaba infectado, su alma, infectada. Aparece un pequeño zorro entre la maleza. Un rayo junto con una espada maldita atravesó su cuerpo. Se convirtió en un demonio zorro. Pero estaba llorando. Entré en una rara escena;

La madre del joven zorro, decía que solo el Ying y el Yang podía darle la paz eterna. Me negué. La tristesa quedaría en la tierra aunque el demonio no estuviera.

-Anda-le susurré a Maya.-Pueden hacerlo-dije guiñando un ojo y me alejé un poco para beber, contemplando la escena.

-¡No puedo!- Grité bruscamente. -Sólo hay que sacar una pieza de su cuerpo, para recuperarlo intacto- Susurré a Nadya. -Es una espada maldita...- Susurré.

~Ejem, esto va a aparte xDD Epi, nani, no avanzen tanto en el rol! Esque hacen 1 página por día y no puedo seguirles el ritmo xD~

Me abía quedado dormido, recién me deaba cuenta. Me estiré y sacudí.

- Hola Nady, Maya... -saludé domniolento- ¿qué ocurre?

-Hay una alma endemoniada por aquí, traspasada con un cuchillo-dije sin mayor interés.

-¿Practicamos vuelo de nuevo?-pregunté, alegre.

- Traspasada con un cuchillo eh? entonces no soy yo -bromeé y me heché una pequeña carrera para levantar vuelo- ¡a practicar! yijaaaaaaa!!

Sonreí y extendí mis alas, para que la brisa del viento me impulsara hacia delante.

-¿A ver quién es más rápido?-pregunté, guiñando un ojo. Se le veía mucho más descansado

- Ya veremos -dije con entusiasmo batiendo klas alas para tomar más altura

Me subí arriba del lomo del joven zorro y removí la espada demoníaca que tenía en su espalda. Lo recuperé intacto, sólo tenía una cortadura de la espada que había atravesado su cuerpo, estaría bien por sus poderes mágicos.

La espada comienza a expandirse. ¿Qué sucedía? Podía doblarse y expandirse como una serpiente. Me sujeta con fuerza una de mis patas y hace que me caiga. Sujetó todo mi cuerpo y... ¿Qué pasó? Inyectó un veneno en mi cuerpo, así podía tomar posesión de él. Una vez echo, la espada hizo que me transformara en Maye. Maye no estaba poseída por completo, pero la mayor parte sí. Alzó vuelo con mi cuerpo y se dirigió hacia Nadya y Calisto para atacarles.
Con mis últimas fuerzas de voluntad, les grité que escaparan.

Escuché el grito de...¿Maye? Su voz era distinta a la de Maya, algo más grave y ligera a la vez.

Giré la cabeza para verla convertida en un ser muy similar al que me había enfrentado días antes. Lancé un grito a manera de queja.



-Baja, Cali. Tienes que aterrizar-ordené.

Después giré sobre mi cuerpo, teniendo buen cuidado que no me mordiera con sus dientes letales y mortíferos; para convertirme en aquella leona de unos buenos cuatro metros de altura, con garras de acero y una cola tan dura como el hierro, tan flexible como un látigo. Lancé un rugido a través del aire y asesté un buen golpe con mi cola a Maye para hacerla descender y luchar en el suelo. Lo único que quería era que no alcanzara a Calisto; y mucho menos que sacara el demonio de mi amigo a flote.

- ¡¿Qué demonios...?! -ví a Maya, pero algo malo estaba pasando, en seguida pensé en lo peor, lo mismo que me había ocurrido. Aterricé con un poco de dificultad ya que venía muy rápido, me quedé un tanto paralizado al ver aquello.

-¡Aléjate!-grité, entre rugidos y jadeos. Iba, obviamente, referido a Calisto.

Reaccioné de golpe.

- ¡No te dejaré luchando sola! -me aceruqé de un gran salto, quedándo atrás de Nady.

-No quiero...-respiré hondo. ¿Cómo decirlo?.-no quiero luchar contra...contra dos...contra dos al mismo tiempo-susurré y lo abracé fuerte con la pata, con las almohadillas resguardando mis garras.

-Vete-espeté.

Obedecí con pesar, no iba a ayudar siendo un estorbo. Alcé vuelo y me alejé sin decir palabras, pero volvería, sólo tenía que aguantar un poco.

Algo me quemaba por dentro, pero no iba a averiguar que era, de hecho ya lo sabía. Me alejé más y más, mirando con atención, en busca de algo.

Esperaba no haberlo lastimado, que era lo último que quería, pero me concentré en intentar hacer a Maya prevalecer sobre Maye, ya que Maya no estaba tan infectada.

Aterricé y respiré ondo, si no me tranquilizaba perdería el control... el demonio era más fuerte ahora, pero sabía que podía controlarlo. Caminé de regreso, lento, pensando que podía hacer.