Recuerdo del primer mensaje :

Actualmente es: AMANECE


Bienvenidos a la zona de role play!
En este thread irá todo el role DE FANTASÍA.
He aquí el formulario de la ficha, que tendrás que llenar y enviarme por MP antes de poder participar en el role:

Nombre de usuario:
Nombre del personaje:
Características:
*Historia:

*=opcional. Si escribes algo, no te explayes mucho o los demás no tomarán el hilo y se brincarán esa parte. No hay humanos en la historia, así que favor de no incluirlos

La historia se irá haciendo, y se irá actualizando aquí abajo para que los que se vayan integrando vayan agarrando el hilo.
El role se irá creando, pero comenzará siendo todos unos desconocidos con todos. Los mensajes del role van aquí.

--Quizá tengas razón...Primero Antoriel y ahora Milie...Parece que quieren enseñarme una lección entre todos pero...La amenaza demoníaca en el mundo es el mal ¿qué hay reprochable en luchar contra el mal?



De repente percibí algo en el ambiente. Algo que conocía muy bien. Apreté los dientes y miré a la dirección de la que venía el olor.



--Demonios. Muchos demonios. Vienen hacia aquí...--Miré a las dos y en mi mirada no había fuego, solo luz.

Olí levemente el aire, y un fuerte edor a demonio pobló el lugar.
-Ah... Que fuerte edor a demonio- Dije en forma de queja cabalgando suave y ligeramente el viento, transformándome en él.
-Iré a ver...- Dije en un susurro acariciando el oído de Aidan y Nadya

--Espera. que voy contigo. Creo que esto es una invasión demoníaca....



Emprendí el vuelo y mis alas volaron impulsadas por el viento.

Le ayudé a Aionhai con fuertes ventiscas para que pudiera avanzar sin problemas. Cuando llegamos vimos a un gran "ejército", por así decirlo, de demonios de toda clase.

-¿Qué está pasando aquí? Esto no es muy normal que digamos- Susurré al oído de Aionhai.

--Algo raro pasa. Es un ejército demoníaco dispuesto para una invasión millitar a gran escala....Eso es lo raro. Pocas veces se han dado casos de invasiones así. ¿Tenéis alguna idea de lo que puede estar pasando?

-Ni la más mínima idea pero... Si entran y hacen caos aquí, este territorio quedara sumido en la oscuridad- Respondí. Me puse a pensar y tal vez aquella batalla con los angelos pudiera ser el motivo.

-Ahora que lo pienso... Puede que la sangre de todos, es decir, la de Nady, la tuya y la mía pueden de haberle atraido... No sé, es lo que se me ocurre ahora

--¿Nuestra sangre? ¿Tú crees? Una cosa está clara. Si nos invaden será el fin...¡Tenemos que crear alguna red de defensa! Son demasiados y demasiado fuertes para entrar directamente en batalla con ellos...Maya, tú que, como viento, vas más rápido, avisa al resto. Yo intentaré retenerles con alguna estratagema.

-No te preocupes, yo puedo pararles, pero necesito algo para que me brinde poder...- Callé en aquel momento y proseguí con una vos temblorosa. -Necesito sangre o la luz de un Eclipse, pero es un eclipse que incluye a la Luna, al Sol y a la Tierra... Se supondría que tendría que ser una luz roja escarlata y el Sol como siempre. El eclipse se tendría que hacer hoy, pero no estoy segura de eso...- Expliqué.

Bajé y aterricé sin problemas, poniéndome en el camino de aquellos demonios.
-Sería una mejor idea que fueras tú, en vez de yo, puedo hacer que vueles tan rápido como el viento, así que no te preocupes.- Dije formando una red para que los demonios no pasaran.

Impulsado por la poderosa corriente de aire llegué rápidamente hasta mi objetivo. Maya contenía a los demonios.

--¡¡Los demonios nos atacan, es una invasión!! ¡Venid todos y defendamos esta tierra!! ¡Maya, voy a volver! ¡Impúlsame contra los demonios!

Generé un torrente de llamas alrededor de mí, que me cubrió como una esfera. Iba a lanzarme como un proyectil contra esos detestables demonios.

Confié en Aionhai y le lanzé con la más fuerte ráfaga que ahora podía hacer.
Mi poder iba debilitándose, lentamente por los empujones y golpes de los demonios.

Mayhem brilló con fuerza, lo mismo que Aphaia. Sonreí de oreja a oreja, pasando a forma lupina; con la luz brindada por nuestros diamantes bañándome de pies a cabeza
-No los atrae la sangre, Maia. No son vampiros. Buscan huéspedes-expliqué, descifrando rápido el revoltijo que habitaba en sus mentes. Ambas ofrendas crearon una especie de escudo, pero no duraría demasiado pues igualmente su poder iba en picada.
-Maya, tus padres. Llámalos-pedí al ver que se iba debilitando. Intenté evitar los ataques, protegida por aquel escudo plateado que brillaba con fuerza en mi pelaje, pero sería muy poco como para contenerlos a todos.

-Vale les llamaré...- Respondí.

~Aeka naru yo he togi tsumuganu
Manafuta ni hayuriom oshimeshi
Somadoro tsutsumikomi~

Pensé, en forma melódica casi cantando.

Dos luces aparecieron a mi lado devolviéndome fuerza.
-Lo siento... Últimamente dependo mucho de ustedes... Pero ayudenme sólo una vez más- Pedí. Mis padres asintieron y miraron a Nadya.

~¿Qué quieres que hagamos?~ Preguntó la Luna.
~Sólo les ayudaremos esta única vez, no habrá otra oportunidad, pensadlo bien~ Murmuró el Sol.

Cargando como una auténtica flecha de fuego, caí contra la vanguardia de los demonios provocando un brutal estallido de llamas que creo una barrera de fuego, deteniendo a la horda demoníaca, aunque no por mucho tiempo. Batí las alas y me alejé del lugar del impacto, cayendo sobre una colina, donde alcé mis alas, ahora brillantes al cielo. Mi cuerno brillaba igualmente.

--¡Ángeles, ayudadnos!

Al instante aparecieron, cayendo de los cielos, Antoriel y cuatro de sus guerreros con las armas y los escudos preparados para el combate.

-Gracias por venir a ayudarnos, Antoriel- Dije sonriendo. Pedí a mis padres que me prestaran un poco de poder, así podía finalmente retenerlos y luchar a su vez. Un aura mágica rodeó totalmente mi cuerpo, devolviéndome fuerza. Formé una resistente red nuevamente con el viento y yo salí de ella, dividiéndome en varios yo y cayendo en picada sobre los demonios.

Me coloqué frente a Antoriel mientras éste y los demás guerreros cargaban sus armas con fuego y gas. Al instante salimos todos disparados hacia los demonios como auténticas flechas de luz y fuego abriendo brecha y atacando contundentemente a cornadas, patadas, espadazos, golpes de escudo y estocadas con lanza.

Estuve un largo tiempo de esta forma pero mi resistencia iba acabando, lentamente. Un destello me cegó y se puso en frente mío, desvaneciendo la luz y permitiéndome ver una forma humana. Tapando mis ojos con mis brazos y manos pregunté: -¿Quién eres? ¿Qué haces aquí?

Finalmente recobré el sentido de la vista y pude ver claramente aquel demonio con forma humana. Se parecía mucho a mí, pero estaba como "decolorada" por así decirlo? El pelo era blanco y su piel tan suave como el algodón y tan pálida como la nieve. Ojos totalmente negros, salvo la pupila que era blanca.

-¿Por qué te pareces a mí?- Pregunté un tanto confundida. No me respondía y me transformé en vampira. Era idéntica, como si fuera una fotocopia de mí. Se acercó, muy rápido, y trato de clavarme una espada en el pecho, ¿pero qué? Su mano se convirtió en aquella espada de plata. Mordí mi muñeca y formé una espada conectada a la misma, es decir, formé la misma espada de "mi fotocopia". Formó un escudo, yo lo formé al igual que ella y comenzamos a batallar. Desde la tierra firme, parecíamos destellos que se chocaban arduamente en el cielo, como dos estrellas fugaces luchando.

En medio del combate oí una cancioncilla terrible que provenía de la fila demoníaca. Esa canción la había oído antes. Una canción lenta, terrorífica, pero con letra bella aunque una voz de ultratumba. --´´Ven conmigo, ven conmigo, mi amor. La búsqueda ya acabó...´´Antoriel luchaba contra unos demonios con su espada de llamas y con su escudo. Aquella voz me sonaba mucho

.--¡Aionhai! ¡Cuidado! ¡No vayas! ¡No te acerques a....!Tarde. De una cornada me quité de encima a varios demonios y me topé con la dueña de aquella voz. Y lo que vi me dejó impactado. Era una criatura como yo, igual, cuerno, alas...Pero era una hembra blanca, ahora bien, estaba muerta. Su carne estaba podrida y caía flácida. Sus alas no tenían plumas, sino hueso y telarañas Pero sus ojos, aunque estaban podridos, no me podrían engañar.

--¡Eres tú...! Eres mi...¡Eres Marian!...

Escuché una hermosa voz, melódica pero parecía de ultratumba. Escuché claramente la advertencia de Antoriel y ví a Aidan que se acercó velozmente hacia la dueña de esa voz y no pude evitar acercarme y ver que sucedía.

Aionhai dijo "Eres Marian!" ¿Marian? ¿Quién sería Marian? Esa pregunta aparecía miles de veces en mi cabeza, sin respuesta alguna.

Me acerqué a Aionhai y le dí unas palmaditas en el lomo.
-Oye Aionhai, ¿quién es..?- Pregunté curiosa, pero seriamente.

Respiré profundamente tres veces y me acerqué un poco a Aionhai y a Maya, agachada me quedé mirando al cielo

--¡Marian Millie! ¡Es...es mi prometida...! ¡No puede ser! ¡Esos son sus ojos!

Grité, asustado. No me entraba en la mente que pudiera ser ella. Un demonio se me echó encima aprovechando la bajada de guardia.

-¿Millie?- Pregunté. Lanzé una fuerte ráfaga de viento, provocando que aquel demonio subido en Aionhai cayera. -Estate atento- Dije seria.

Olí un terrible olor a demonio, proveniente de "Millie"; me pareció extraño ya que, ella era humana... ¿O no...?
-¿Quién eres? ¿Quién eres tú, Millie?- Pregunté seriamente.

Marian, de apellido Millie, o bien lo que quedaba de ella se arrastraba sobre sus podridas patas. Aionhai usó el fuego para crear un amplio cerco de llamas que evitaba que los demonios se acercaran.

--¡Marian! ¿¡Qué te ha pasado!? ¿¡Qué te han hecho!?

--Aionhai...--Dijo ella con voz de ultratumba--¿Por qué te fuiste...? ¡Me abandonaste!...¡Me dejaste sola ante el peligro!...Te esperé...un ángel me dio esta forma para encontrarte...pero Lord Necrus me dio el auténtico poder...¡Mírame ahora! ¡Soy un demonio! ¡Y por tu culpa...!

Una furia asesina se encendió en los ojos podridos de Millie.

Aquellas llamas me impedían entrar, sin embargo, volé a muy altas alturas, pudiendo entrar por arriba y viendo a Millie, con una extraña mirada en el rostro.
¿Por su culpa se había convertido en demonio? Me parecía extraño ¿por qué? Por mas que me lo preguntaba no había respuesta.

-Millie, respondeme por favor- Pedí. -¿Qué fue lo que te sucedió?

--Aionhai era el general del rey, mi padre. Estábamos prometidos pero un día el castillo fue atacado por demonios y uno muy poderoso atravesó las defensas y mató a toda la familia de Aionhai. Arrasó el castillo. Fue una masacre. Aionhai sobrevivió y se centró en jurar venganza y matar demonios...no se preocupó más. Lo olvidó todo. A mí también. Me dio por muerta. Pero no lo estaba.

Aionhai aflojó un poco el fuego para permitir el acceso del viento.

--Entonces un ángel me dio esta forma de criatura equina, para buscarle mejor que como humana. Pero no pude...encontrarle...Para él ¡Yo estaba muerta! Un día encontré a un demonio poderosísimo...yo no sabía que lo era...él me dijo que me llevaría con Aionhai ¡¡¡¡Y AQUÍ ESTOY!!!!

Hize una mueca.
"Que jovencita tenemos aquí..." pensé.
-¿Y qué crees que Aionhai ha estado haciendo todo este tiempo?- Inquirí.
-Desde mi punto de vista... Él ha estado exterminando demonios para vengarte, Marian Millie.- Dije seria.

-¿Y ese demonio? Mira en lo que te has convertido, sólo por estár con un demonio. ¿Acaso no has visto tu apariencia?- Pregunté.
-¿O acaso...? ¿O acaso tú eres un alma que está vagando en este mundo, porque aún ha quedado algo pendiente?- Inquirí.